Ya desde la década de los sesenta, por colocarnos en el pasado no tan lejano pero tampoco cercano, conocimos una familia de dibujos animados que vivía en el futuro con naves voladoras para recorrer la ciudad y estaban inmersos en la Inteligencia Artificial de tal manera que sus tareas domésticas se facilitaban al casi 100 por ciento. ¿Quién no deseaba una Robotina cuando la veíamos hacer todo más fácil en Los Supersónicos, desde entonces?
Es decir, mientras la ciencia ficción futurista se ha plasmado en miles de posibilidades distópicas y hasta postapocalípticas, en la ficción también hemos visto la “evolución” o lo que se imaginaba sobre el futuro de los electrodomésticos y las tareas caseras. Por ejemplo, también recordamos El Quinto Elemento y la facilidad con la que se conseguía hacer alimentos.
Mientras la ciencia ya está afirmando que llegará a Marte en menos de una década, la tecnología no ha dejado de demostrar los agigantados pasos que ha dado a lo largo de estos años. En este sentido y mientras el ser humano se prepara para cumplir nuestras fantasías espaciales más alocadas, el futuro de los electrodomésticos ya ha llegado y muy poco se habla de eso.
Desde la Roomba, artefacto que barre y trapea el piso automáticamente, hasta la freidora de aire ya son parte de nuestra cotidianidad y se trata de artefactos que hace pocos años atrás solo imaginábamos futuristas.
En este sentido, la freidora de aire llegó a revolucionar la cocina y el lado saludable de sus recetas. Mucho se ha promocionado de este artefacto sobre su magia y su gran capacidad para cocinar sin grasa y el increíble ahorro de gas que representa.
Sin embargo, muchas dudas surgen alrededor, es decir, ¿existe realmente su magia o es un truco publicitario en el que ya hemos caído sin darnos cuenta? La publicidad de este nuevo electrodoméstico consta en que basta con introducir los alimentos, seleccionar el tiempo y la temperatura y listo, desde pollo frito hasta empanadas libres de grasa aparecerán en tu platillo.
Se trata de una verdad que pocos terminan de creer, pero que varias críticas y usuarios han revelado su utilidad. Es decir, se ha comprobado que se puede usar hasta un 96% menos de aceite para conseguir platillos que antes sólo podíamos cocinar con casi litros del mismo.
¿Qué tiene de malo un alimento frito?
Más que tener algo de malo, hablamos de que cuando freímos un alimentos estamos haciendo evaporar su agua interna y la intercambiamos por aceite, eso al menos en un 40%, por lo que evitarlo en gran cantidad siempre es la mejor opción. Ya que de lo contrario, hablamos de más calorías y dejamos más lejana la etiqueta de alimentación saludable del panorama.
¿Cómo funciona su magia?
Se trata de un electrodoméstico que nos ayuda a cocer o freír los alimentos sin la necesidad de sumergirlos en aceite. Su proceso de cocción se consigue a través de un sistema de circulación de aire caliente que logra obtener un resultado dorado y crujiente, muy similar al de las recetas cocinadas en aceite.
Si ya te has convencido de comprarte una, lo mejor es que la aproveches al 100% y para eso, en internet ya se han revelado los mejores trucos para conseguirlo:
Las freidoras son aparatos de cocina muy versátiles y altamente útiles, pero no puedes comprar una sin saber asuntos básicos:
- Recuerda siempre precalentar tu freidora antes de meter comida en ella.
- Pon una rebanada de pan en el fondo de la freidora: eso “recolecta” la grasa y evita ensuciar el aparato.
- No uses aceites en aerosol mientras calientas algo en una freidora. Puedes agitar el cesto o canasta, pero no añadas aerosoles. Pueden generar micro combustiones.
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