Un 24 de noviembre, pero de 1991, la emblemática voz inglesa del rock concretó su camino entre el mundo de los vivos, pero jamás se silenció. Hoy en día, las canciones de Freddie Mercury continúan aterrizando en nuestros oídos para llevarnos a épocas pasadas e inevitables nostalgias.
A 29 años de su muerte, recordamos a la figura transgresora que se atrevió a ser él mismo, sin temor a no encajar. Y de hecho, podríamos asegurar que el no encajar fue, precisamente, lo que lo colocó en la cima del rock y el ojo público. En la época de los 70, cuando la música comenzaba a sonar junto con una esfera de espejos en el centro de cada pista de baile, para invitar a mostrar tus mejores pasos disco, el rock no quitaba el dedo del renglón para seguir reventando las estaciones de radio.
Entre los ritmos de la música disco, y las guitarras distorsionadas con escalas hacia lo irreverente, pero armónico, la industria experimentaba entre diversas dimensiones y posibilidades sónicas. Igualmente, el agitado sonido del punk también se abría camino, junto con otros géneros de corte rebelde como el heavy metal, y sus variantes.
A decir verdad, los 70 fueron una época en la que las posibilidades se expandieron mundialmente hacia un horizonte en la que la música reggae, el rock urbano, el tecno pop y hasta el glam rock se revolucionaron para la creación de nuevos sonidos. Entonces, llegó Queen, la emblemática banda inglesa que convirtió la música sinfónica en una épica del rock moderno.
Si pudiéramos comparar la música de Queen con la literatura, podríamos decir que se trata de una mezcla en la que las grandes épicas, como La Odisea o La Ilíada, se fusionan con narrativas contemporáneas. De ahí el resultado de una música energética y grandilocuente, pero con sus momentos sobrios y completamente influidos por ritmos del blues y hasta del bebop y las influencias beatnik. Esto, además de los claros matices de los clásicos compases del rock y toda su parafernalia.
Brian May, como guitarrista; Roger Taylor, como baterista; John Deacon, como bajista; y la legendaria figura de Freddie Mercury, como pianista, compositor y vocalista fueron los nombres que habitaron este enorme proyecto musical que hasta la fecha prevalece.
Sin embargo, a quien le debemos todo el legado y genio detrás de estas grandes canciones, es, sin duda, a Freddie Mercury. De ser un simple niño de Zanzíbar, Tanzania, pasó a ser una de las figuras más importantes para la música y la cultura popular, en general. Superó los grandes obstáculos que la vida le atravesó, pero, por desgracia, no logró vencer al silencioso y letal SIDA.
Y como en la literatura no hay mayor homenaje a un escritor fallecido, que leer su obra, nos hemos propuesto a encontrar cinco canciones de la leyenda que, injustamente, no se vieron entre las más conocidas de la banda, pero que, sin duda, merecen toda nuestra atención y energía para conmemorar la muerte de esta gran leyenda.
“Life Is Real (Song for Lennon)”
Del álbum Hot Space de 1982, “Life Is Real” es un emotivo homenaje al exBeatle a dos años de su muerte. La composición es de Mercury, quien quiso darle un estilo lennoniano, con todo y piano incluido, y que definitivamente consiguió. El título es una referencia a la canción “Love” del propio Lennon que en una parte de la letra dice “Love is real, real is love”.
“Keep Passing the Open Window”
Se trata de un tema del álbum The Works, 1984, en el que los ritmos ochenteros y su energética armonía, nos remontan a la esencia de la época, y a la de la misma banda. Además, este tema aparece en el mismo disco que desprendió “Radio Ga Ga”.
“Dragon Attack”
Aunque no se trata de una composición del mismísimo Mercury, es una canción que no podemos dejar pasar. Del álbum The Game, 1980, Brian May logró componer un tema muy al estilo de “Another One Bites the Dust”, pero sin el éxito de esta.
“Jealousy”
Del álbum Jazz de 1978, esta canción es, en definitiva, una joya que nos hace rememorar otro tema de John Lennon: “Jealous Guy”. La sensibilidad y la ternura del recordado y añorado Freddy Mercury están aquí en su máxima potencia.
“My Melancholy Blues”
Del álbum News of the World de 1977, esta canción es, quizá, lo más cercano al blues que hizo Queen jamás, pero que sin duda logró a plenitud. Aunque suena más como un tema de cabaret, su íntima confidencialidad, su sentimiento y sus giros llenos de blues convierten a esta composición en un exultante y fascinante prodigio.
Descubre la mejor música sólo en Sanborns.