El instante del pasado y la perspectiva desde donde se mira. Algo así es la fotografía y el ejercicio de recurrir a aquellas imágenes que nos trasladan a cierta época, momento e incluso sentimiento. Ahora más que nunca, podemos aprovechar el tiempo para perpetuar la mirada de lo que vivimos y explorar nuevas narrativas visuales. Si eres un aficionado a la fotografía seguramente ya has estado buscando nuevas formas y ángulos para retratar el escenario cotidiano en la que habitas todos los días.
Si tu pasión o gusto es la fotografía, seguro ya sentiste esa necesidad incontrolable de salir de casa y tomar fotos, esperar que el instante, los personajes al azar y la luz te inviten a inmortalizar la cotidianidad de la vida. Sin embargo, ahora no es la mejor opción, pero no por eso tienes que dejar que tus ganas por fotografiar se ahoguen. Tu hogar tiene infinidad de recursos, rincones y momentos precisos para que explotes tu creatividad fotográfica.
Redescubre tu espacio. Un día date a la tarea de explorar tu hogar en todas las horas del día, como si nunca hubieras estado ahí. Habítalo desde la curiosidad y descubre aquellos espacios en los que las luces y sombras dialogan para crear momentos idóneos. Cuando encuentres alguna entrada de luz en particular o algo que te llame la atención, escribe la hora en la que sucede. Sabemos que no siempre es igual, pero es un hecho que tener registrado esto nos ayudará a conocer y explotar mejor nuestro espacio y sus secretos de luces y sombras.
No te limites, experimenta. A veces olvidamos que no todo se ve como desde nuestros ojos. Recuéstate, gírate, mueve tu cuerpo y con este tu mirada y encuentra formas que pasan desapercibidas en un día común. Asómate en todas las ventanas de tu casa y encuentra algo que te motive a retratar. Algo del exterior, con la mirada del espectador. Piensa en los edificios, en los árboles, los pájaros, los vecinos, encuentra dinámicas cotidianas (sin invadir la privacidad de los mismos) que te llamen a retratar. Encuentra los reflejos que se forman cuando sale el agua de la llave, o el reflejo del sol sobre tu comedor.
Recurre a luces artificiales para crear efectos. Pueden ser velas, focos, lámparas o incluso hasta la luz del celular. La única limitante es tu cabeza, porque si te pones creativo, seguramente encontrarás técnicas inimaginables sin siquiera salir de casa.
Inspírate. Puedes encontrar motivación creativa viendo el trabajo de fotógrafos reconocidos, para esto puedes abrir internet y buscar cuentas de instagram que te llamen la atención, sobre el tema. O también buscar blogs de artistas visuales, ya sean contemporáneos o de antaño. Todos han tenido algo que decir y proponer, y por ende a todos nos inspira su trabajo.
Genera un proyecto para que tu motivación se alimente de inspiración. Piensa en hacer tu propia exposición, genera un discurso visual y argumentativo para que aterrices tus fotografías en un conjunto y concepto. Puedes empezar aisladamente, tomando fotos al azar y entre eso encontrar algo que quieras decir a través de tus imágenes. Puedes elegir contar una historia, o pequeñas breves historias. Para motivarte a esto también podrías crear una cuenta de Instagram o generarte un blog, para ir publicando una foto semanal o por día, según prefieras. El punto es que explotes a tu ser creativo y te motives a crear. Sin miedo a descubrir los claroscuros que habitan en nuestra mirada y nuestros escenarios cotidianos.
Recuerda que la fotografía es, sin duda, una herramienta de corte histórico, pero también discursivo. La mirada con la que vemos el mundo y con la que lo expresamos. Encuentra a tu fotógrafo interior y dale un giro a este momento de tu vida, desde el arte de capturar el instante y sus sombras.