En medio de una era en el que el paradigma de la alimentación está cambiando radicalmente, en diversos sentidos, desde razones ideológicas, posturas políticas, espirituales hasta las más terrenales -como las científicas-, es común que las múltiples contradicciones nos hagan cuestionarnos qué alimentos son buenos y cuáles no. Mientras las olas de fake news se extienden a manera de plaga, es muy probable que ya nos hayamos ahogado en una.
Piénsalo, con el mensaje de WhatsApp que nos mandó nuestra madre o nuestra tía sobre que cierto alimento es cancerígeno, para después mandarnos otro en el que la información contraria también está “verificada por tal universidad de renombre”, es obvio que nos sintamos meramente confundidos sobre lo que ingerimos.
Lo cierto, es que todo se resguarda en la retórica. El manejo de la información mediática pondera los titulares llamativos de maneras escandalosas en las que caben más falacias que verdades. Es más probable que un titular tipo: tal alimento cura el cáncer o tal semilla te causará la muerte inminente, cause más impacto que uno que diga las cosas neutrales, como en realidad son.
De acuerdo con un artículo en National Geographic, los expertos ya han determinado una verdad científica que debemos acatar como regla alimenticia: “Una buena alimentación puede ayudar a prevenir el cáncer, pero no existe ningún alimento que por sí mismo sea capaz de provocar o curar esta enfermedad”.
A partir de este emblema, se esclarece mejor el asunto y nos obliga a contemplar lo que ingerimos, antes de caer en cualquier titular dramático que solo busca clicks. Además, cuidar nuestra alimentación radica en el método que hemos acatado, más que en lo que la industria nos vende. “No existen dietas anticáncer, únicamente podemos hablar de hábitos nutricionales saludables que nos ayudan a disminuir el riesgo de algunos tipos de cáncer", señala Marta Blanco, oncóloga de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).
Los mitos más comunes surgen de la ligera sospecha que diferentes estudios de universidades prestigiosas han lanzado, pero el asunto es que ninguno de estos es concluyente. Incluso, terminan por relacionar más los hábitos, que los productos en su originalidad. En realidad, son otros los factores los que podrían vulnerar a cualquiera con esta enfermedad del siglo, más que los alimentos, por ejemplo el sobrepeso y la obesidad son grandes focos rojos de algunos tipos de cáncer.
Para esto, hicimos una lista breve, pero concisa, sobre los alimentos que son completamente inocentes de estas enfermedades, y que, sin embargo, han señalado como mortales:
Carne roja
La carne roja ha estado bajo el radar durante mucho tiempo. Sin embargo, diversos estudios no han logrado comprobar que la carne roja sea directamente responsable de problemas de salud, sobre todo los relacionados con el corazón y algún tipo de cáncer.
Aunque sí es verdad que, científicos de todo el mundo han concluido que es recomendable reducir el consumo de esta. Lo ideal sería no consumir más de 300 gramos a la semana. Algo que también es de suma importancia, en cuanto a los temas de salud, es que siempre debemos atender qué tipo de carne estamos consumiendo y bajo qué cuidados fue criada y alimentada, ya que esto siempre es un factor clave para lo que pueda ocasionarnos en el organismo.
Azúcar
Aunque es verdad que nuestra dieta actualmente está saturada de azúcares, cosa a la que deberíamos prestar atención, pues de ninguna manera el exceso es nutritivo, al contrario se convierten en adictivo, el azúcar como tal no es cancerígeno.
En realidad, el azúcar alimenta nuestras células. Todas ellas requieren de azúcar, para que de forma simple se vuelvan combustible en forma de glucosa.
Plástico
Ahora que el plástico ha representado un problema grave en cuestión causar cáncer, incluso el agua embotellada, pero esto es completamente falso. Se han hecho distintas investigaciones y ninguna puede comprobar que esto sea un acierto. Sin embargo, también advierten que “siempre que cumplan la legislación vigente, y se sigan las normas de correcta utilización, son seguros para la salud”.
Más allá de todo, lo importante que debemos de tomar en cuenta siempre es qué tipo de vida queremos llevar y encontrar la forma de hacerlo. Ser conscientes de lo que ingerimos siempre es un paso adelante para no descuidar nuestra salud y no dejarnos llevar por cualquier artículo que vemos correr en la red.