Un ritmo de saudade y dicha
Desde 1998 el jazz directo de Europa en conjunto de grupos mexicanos, encontró un refugio para los habitantes de la Ciudad de México, en el auditorio Blass Galindo para luego trasladarse a un escenario al aire libre en el Centro Nacional de las Artes. Desde su primera edición con tan sólo cuatro grupos iniciando lo que sería una tradición, ha crecido para convertirse en uno de los festivales de jazz más importantes de México.
Para su 23° edición, del 7 al 29 de marzo, podremos disfrutar de la participación del trío holandés Under The Surface (sábado 7), María del Toro Quartet y el cuarteto de Luxemburgo, Arthur Possing (domingo 8), el dúo italiano Javier Girotto–Vince Abbracciante y Julia Hülsmann (sábado 14) y el grupo mexicano Selvanegra (domingo 15). Posteriormente se presentarán otros grandes referentes del jazz europeo contemporáneo, sábados y domingos hasta el 29 de marzo. Consulta la programación AQUÍ.
Una mezcla de ritmos africanos, swing y recolecciones del folk, dio pie a que el jazz abriera la puerta de lo que sería un gran legado para la historia de la música. Este género nació rompiendo los esquemas convencionales de la armonía y el concepto que albergaba la música occidental, para consolidarse en una estética que recupera elementos de la música africana y europea, para alcanzar lo que ahora conocemos como este profundo y delirante ritmo.
Trascendiendo las razones sociales, que son de extremo peso para la realización de esta nueva etapa en la música, su estética ha ido evolucionando sin perder la decadencia y denuncia que albergan sus acordes muchas veces en tresillos. Es a partir de esta división de tiempos, que el sonido nos envuelva en una atmósfera de alucinación y estallido simultáneo con el eterno pasillo de la saudade, pero con una luz al fondo.
Vivir el jazz es una experiencia en la que el cuerpo y los jugos emocionales que se revuelven en nuestro ser, se conjugan para equilibrar la marea y regresarnos al momento presente de lo que sucede en el escenario que habitamos. Un género que nació de la improvisación y la espontaneidad del presente, siempre nos regresa al momento para recuperarnos de toda tiricia y pesadez cotidiana. No por nada fue el refugio y la salida para quienes vivían la opresión de un mundo abastecido de supuesta superioridad y árido de empatía.
Por eso no puedes perderte esta 23° edición en la que, como todos los años, será de entrada libre.