Después de que terminó un año difícil, el 2021 llegó con algunos destellos de esperanza, pero sin duda, no llegó con la solución a todos nuestros problemas. Y es que a unos días de que el 14 de febrero llegue para invadirnos de rojo, corazones, hoteles llenos y miles de fotos de parejitas enamoradas en nuestras redes sociales, es mejor estar prevenidos ante todo el ruido que causa esta fecha.
Porque, sin afán de ser aguafiestas, es un hecho que de entre todas las fechas absurdas que existen en el año, esta es una que en verdad hace tanto ruido que a veces sólo quisiéramos darle “siguiente episodio” al fin de semana, y listo: todos los globos, chocolates y demás recordatorios de nuestra soledad, desaparecerían al instante.
Es decir, no es por echarle tierra al amor o a esa idea que que habita entre aquellos acompañados en pareja, e incluso hasta en matrimonios, sino es más un intento por sobrellevar nuestras soledades sin tanto desfile alrededor. Además, no deja de ser un contexto en el que la pandemia sigue siendo parte de nuestras vidas y con ella el aislamiento es cada vez más grande que antes.
Porque si algo caracteriza a nuestra especie, es el hecho de que somos una especie social, en la que necesitamos, por mera supervivencia y salud mental, convivir con más personas, además de con nosotros mismos. Y no significa que necesitemos una pareja, o uno mismo no sea suficiente, sino de la mera interacción entre dos individuos para acompañarse.
Más allá del meme, lo complejo de la soledad
Y ya siendo más serios, más allá de los memes y las etiquetas tendenciosas con hashtags de forever alone, la soledad es un tema más profundo, porque no sólo se trata de estar solos. En sí se trata de una emoción mucho más compleja. Por ejemplo, estar en una reunión con varias personas no siempre es sinónimo de compañía, precisamente.
De hecho, hay investigaciones que han demostrado cómo el cerebro manda señales sobre la necesidad de interacción social, en el mismo nivel que la necesidad de comer. En noviembre del año pasado, el New York Times publicó un estudio en el que unos científicos privaron a los participantes del contacto con otras personas y luego hicieron una resonancia de su cerebro, esto en un transcurso de diez horas de aislamiento.
Al salir de este confinamiento, en el que mientras tanto tenían herramientas para poder dibujar, utilizar sus teléfonos celulares y demás, las personas reportaron sentirse solas y deseaban la interacción social.
Al momento de hacer la resonancia, los científicos mostraban fotografías de actividades sociales, y sus cerebros mostraron una activación del mesencéfalo idéntica a las señales que manda el cerebro después de un largo periodo de ayuno.
En sus conclusiones, el estudio indicó que sin esa conexión social, las personas suelen deprimirse, alimentando aún más sus sentimientos de soledad. Además, también se ha relacionados a la soledad o depresión crónica, con enfermedades cardiacas, alzhéimer , suicidio/muerte.
14 de febrero vs la desolación
Está bien, quizá no es para tanto, quizá sólo no tenemos pareja y odiamos el 14 de febrero por otros motivos quizá más mezquinos o hasta “capitalistas”. No importa, el asunto es que la soledad es un tema serio, pero también uno que tiene solución más allá de interactuar socialmente o tener a quién decirle “buenos días”, o lo que sea para cada quien “el amor”.
Sin embargo, es un hecho, sea cual sea nuestra postura al respecto, que pasar un 14 de febrero en este contexto pandémico y además solo, no será cosa sencilla, por eso ahora te damos unos tips prácticos, para que seamos los solteros quienes ahora hagamos un plot twist a esta narrativa, y sea un mejor día para nosotros.
Ten una cita contigo mismo
Sí, ya sabemos que hace un rato mencionamos que a veces no somos suficientes como compañía. Sin embargo, también es bueno darse sus momentos y espacios para uno mismo, y si esto lo hacemos de manera como lo hacemos con otros, la narrativa puede ser más interesante.
Cocínate algo rico, muy a tu antojo, o pide si prefieres. Cómprate un vinito, unos chocolates y disfruta de una velada con tu música favorita, baila y ríete de ti mismo. Si en algún punto, necesitas charlar con alguien más, será buena idea marcar a un amigo cercano y platicar y tener su fiesta privada en soledad y compañía al mismo tiempo (y hasta que haya más certezas, con las medidas sanitarias y sana distancia).
Arma tu spa
Ahora que la pandemia nos ha limitado a nuestro hogar únicamente para existir, prácticamente, ¿por qué no convertir nuestro baño en un spa? Ponte unas cuantas velitas aromáticas, compra sales de baño y ahora sí, noche de mascarillas, exfoliantes y demás momentos de spa con la música de tu preferencia, y por qué no, también una copita de vino.
Palomitas and chill
Es momento de disfrutar de un maratón de películas contigo mismo. Si de plano prefieres olvidarte de la fecha, ponte a ver géneros de terror, ciencia ficción o lo que sea, pero aléjate de los clichés de comedias románticas.
Es decir, celebrar esta fecha también es celebrar el amor propio, o quizá eso lo dijo algún “coach emocional” para hacernos sentir mejor mientras acumulaba likes. No importa, la cosa es que también podemos pasarla bien y alejarnos de esos sentimientos desoladores que pueden subir de tono en fechas como estas si uno se encuentra solo. Y si todas las ideas te encantan, también puedes hacer tu propio San Valentín una mezcla de estas tres ideas. Es decir, la cosa es ser creativo y no dejarte llevar por el ruido de afuera.
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