La escritora británica, Paula Hawkins, principalmente reconocida por su novela de terror psicológico La chica del tren (2016), regresa a las estanterías de las librerías con una nueva historia. Se trata de Escrito en el agua, una novela llena de saudade y sobrevivencia. 

“Pocos días antes de morir, Nel Abbott estuvo llamando a su hermana, pero Jules no cogió el teléfono, ignoró sus súplicas de ayuda. Ahora Nel está muerta. Dicen que saltó al río. Y Jules se ve arrastrada al pequeño pueblo de los veranos de su infancia, un lugar del que creía haber escapado, para cuidar de la adolescente que su hermana deja atrás. Pero Jules tiene miedo. Mucho miedo. Miedo al agua, miedo de sus recuerdos enterrados largo tiempo atrás, y miedo, sobre todo, de su certeza de que Nel nunca habría saltado… No te fíes nunca de una superficie en calma, no sabes lo que puede haber debajo”. 

Con la última advertencia señalada, vislumbramos una novela de misterio, muy al estilo de la novela con la que cautivó a cientos de adolescentes, convirtiéndose así en un bestseller. Por muy difícil que parezca, lo cierto es que el género literario con el que inició Hawkins fue con el de las clásicas novelas de amor y hasta cruzó el mundo de los números y la autoayuda. Como periodista de finanzas personales en el Times, en 2007 lanzó un libro llamado The Money Goddess dirigido a mujeres que necesitaban ponerse en contacto con sus pensiones. 

Sin embargo, su tinta se ha adentrado en el misterio y el suspenso, para enganchar a sus lectores de maneras completamente eficientes. Incluso cuando no toda su obra ha estado en el nicho de la literatura novelesca, Hawkins ha demostrado una agilidad en la narrativa de cada historia que tiene para contar, así como la creación compleja de cada uno de sus personajes.  

Al respecto de su más reciente novela, Escrito en el agua, los lectores aseguran haberla leído en tiempo récord, a pesar de su larga extensión en páginas. En cuanto a su estructura, la novela se divide en capítulos bastantes cortos, que permiten al lector tener una lectura mucho más ágil y veloz. Además, dentro de estos capítulos se narra la historia a partir de los distintos personajes de la novela. 

En la primera parte se van describiendo los personajes, los cuales según la crítica se dibujan de manera oscura, angustiosa y realmente intrigante. Además, no parece haber ninguna conexión entre cada uno, por lo que la trama comienza a parecer un laberinto que deberá resolver el lector, en el transcurso de su lectura. 

No cabe duda, que desde La chica del tren, la narrativa de Hawkins mantiene la atención de sus lectores de inicio a fin de sus páginas. 

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