Diciembre, el mes de los regalos, la comida y las películas navideñas a todas horas. La Navidad ha invadido los hogares, pero también los televisores. Mires donde mires parece que ahí habita un Santa Claus omnipresente. Que si el hijo de Santa Claus, que si la hija, que si el perro de Santa, que si un primo perdido que vive en Australia… Estamos invadidos por la euforia navideña. 

Por esta razón hoy nos toca acordarnos de todos aquellos que quizá no amen tanto estas fechas. Y es que también hay películas ideales para los que no aman la Navidad, para quienes les dejamos nuestro top antinavideño. 

Santa Claus Conquers the Martians (Nicholas Webster, 1964) 

De las cintas navideñas más extrañas que hayan existido en la historia del cine. Así lo imaginó su director, Nicholas Webster. La trama se desarrolla en Marte donde el director nos presenta a una familia de extraterrestres muy particular, integrada por Kimar, el rey marciano y padre del grupo, quien vive muy preocupado porque los hijos se la pasan mirando televisión del planeta Tierra, especialmente un canal infantil donde entrevistan a Santa Claus, quien se prepara para repartir los regalos de Navidad en el Polo Norte. 

De tal manera Kimar decide consultar a un sabio del planeta que es una especie de rabino marciano, quien le explica que los niños necesitan liberarse y divertirse más porque están asfixiados por las rígidas conductas marcianas. Como no hay nadie así en el planeta, el rey dirige sus tropas al Polo Norte para secuestrar a Santa. Lo que viene a continuación es una serie de situaciones bizarras memorables. 

Bad Santa (Terry Zwigoff, 2003) 

Nada es más antinavideño que Billy Bob Thornton (Fargo) disfrazado de Santa Claus, por eso esta película de 2003 se convirtió en clásico instantáneo. Esta comedia negra muestra otra dosis más de esa apatía, decadencia y nihilismo hacia la Navidad, que posiblemente sienta quien se precie de ser un buen hater de esta época. El Papá Noel del centro comercial (Billy Bob Thornton) y su enano compañero (Tony Cox) suelen usar este trabajo que tanto les encanta para después robar lo que puedan. 

Billy Bob Thornton debería ser el héroe de todos los que odian la Navidad, este fascinante hombre se convierte es un Santa Claus del centro comercial que bebe en exceso, maldice en cada oportunidad, incluso frente a niños que quieren tomarse fotos con él.  

Black Christmas (Bob Clark, 1974) 

El título ya lo dice casi todo. Producción canadiense dirigida por Bob Clark que nos mostraba a un psicópata al que no se le ocurría mejor época que la navideña para sembrar el terror y asesinar a diestra y siniestra. Mientras las chicas de la fraternidad planean cómo serán sus vacaciones en familia durante el periodo navideño deciden asistir a una fiesta. Una vez allí, un acosador comienza a hacerlas pasar por momentos que jamás pensaron vivir mediante llamadas telefónicas amenazantes. 

Duro de Matar (John McTiernan, 1988) 

Estamos de acuerdo en que muchos de nosotros consideramos que esta película es la película ideal para las fiestas navideñas, un clásico del cine de acción para divertirse en una época con una constante: nada sale como se planea. Para otros muchos es la más pura imagen de lo antinavideño, más con todo lo que Bruce Willis debe pasar para salvar a su mujer de un ataque terrorista en plena Nochebuena. Un personaje que poco le importa las fiestas navideñas y que mientras va aniquilando a los malos. 

La escena del cuerpo con el gorro de Santa y la sudadera con la frase “Now, I have a machine gun ho ho ho” confirman lo maravilloso de este largometraje para los antinavidad, que sulfuran con los días llenos de amor y buenas intenciones. 

Fatman (Eshom Nelms, Ian Nelms, 2020) 

Fatman nos muestra a un Santa Claus violento el cual debe lidiar con un grupo de asesinos que buscan acabar con su vida. 

Protagonizada por el semi vengador anónimo Mel Gibson, quien ha transitado de ser un hombre de acción para ubicarse como un director de prestigio. Aunque con problemas por sus excesos y consecuencias, como varias declaraciones poco agraciadas, además de sus filias políticas o visiones cercanas al Viejo Testamento en sus filmes, que lo han hecho perder papeles importantes. Ahora regresa con una comedia un tanto oscura y violenta, donde le da vida a un imitador diferente de Santa Claus, que debe poner fin a una amenaza, después de que un niño contrata a un grupo de asesinos a sueldo para que terminen con la vida de Santa después de recibir un carbón de regalo de Navidad. Quizá parezca una trama bastante extraña, pero más divertida de lo que se escucha.

Rare Exports: A Christmas Tale (Jalmari Helander, 2010) 

Muérdagos, Nochebuenas, Tutsi Botas, elfos felices, santas gordos y alegres, renos voladores, reuniones familiares… Efectivamente, se trata de algunas tradiciones cinematográficas navideñas, que no verán en la película finlandesa Rare Exports: A Christmas Tale.

Para algunos esta cinta es la versión escandinava, campirana y grosera de las películas navideñas, con un Krampus (un oscuro mito navideño de esas zonas) o demonio Santa, con cientos de elfos geriátricos con apariencia de fantasmas y una sucesión de masacres, masacres y más masacres, pero no se asusten, en versión chacoteras y casi para todo público.

La película comienza con un grupo de científicos que hacen una gran excavación en la cima del cono de una montaña en las profundidades de los bosques nórdicos finlandeses. Pero uno de los niños de la zona, Pietari (Onni Tommila) no está convencido de que se trate de mineros o científicos y asegura que están cavando en el ataúd más grande del mundo, el de Santa Claus. Y obviamente este Santa no es agradable en lo absoluto, sino un demonio que secuestra a los niños y los tortura por no ser buenos.

Escrita y dirigida por Jalmari Helander, la película igualmente incluye de reojo apuntes sociales y una crítica al comercio por el comercio, que involucra a una compañía que atrapa a Santa Claus salvajes y los entrena y exporta a ubicaciones en todo el mundo.

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