Nominado a los Best Event 2011 Designer Toy Awards, El Proyecto Vader se ha dedicado a explorar las diferentes variantes de la versión de uno de los más grandes villanos en la historia de la ciencia ficción, Anakin Skywalker, a quien más tarde conoceríamos como Darth Vader. 

Más de 100 artistas han participado en este proyecto, modificando el rostro del oscuro villano. Con la libertad de la exploración y mutación del discurso, se han hecho diferentes versiones del malvado ser, desde interpretaciones que lo han tratado como un payaso, hasta figurar a la Estatua de la Libertad. 

Hasta la fecha, este proyecto ha tenido 8 exhibiciones en 3 países diferentes, e incluso ha tenido una subasta. Esta última sucedida en la Freeman’s Auction House de Filadelfia, en la que el precio de salida fue de mil 500 dólares, para terminar entre los 3 mil y 15 mil dólares. 

No cabe duda que un emblema de nuestra época se encuentra en los lejanos y recónditos lugares de la galaxia, junto a entrañables personajes como Han Solo, la princesa Leia, Chewbacca y demás que habitan en el imaginario de Star Wars. Ahora, a pocos días del esperado estreno en la pantalla grande del final de una era y una etapa: Star Wars: The Rise of Skywalker lo recordamos desde el arte. 

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Se vuelve interesante ver cómo los discursos van transformando la mirada del mundo y las maneras en las que la manifestamos, el arte es un gran ejemplo para ilustrar lo dicho. La tendencia kitsch desde la moda, el lenguaje hasta en el subversivo mundo del arte, ha generado una estética provocadora y atrevida. Para bien o para mal, la interrelación entre el artista y su obra ha generado grandes ensayos teóricos sobre las propuestas artísticas, de la mano de obras completamente minúsculas.

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Sin embargo, no podemos escapar de la enorme sombra que las masas y lo masivamente consumible ha generado. Más allá de convertirse en una historia casi de culto para el mundo geek y mainstream, Star Wars se ha convertido en la franquicia que marcará a más de una generación. 

Dov Kelmers y Sarah Jo Mark, dueños de la compañía distribuidora de juguetes DKE Toys, entendieron el fenómeno desde años atrás. Fue en 2005 que ellos empezaron a conversar con diferentes artistas sobre The Vader Project, para terminar de formalizarse a los pocos años. Como emblema de una generación, la ironía tampoco podía falta, ¿quién iba a imaginar que el lado oscuro podía verse de muchas formas y colores? 

Puedes conocer más sobre este proyecto aquí. 

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