En el Auditorio Nacional, Despertares 2025 unió a estrellas de la danza mundial

Celebridades Calendario 01 sep 2025 Redacción

El Auditorio Nacional vibró la noche del sábado 30 de agosto con la presentación de Despertares 2025, gala internacional de danza, creada y dirigida por el bailarín mexicano Isaac Hernández. Con un lleno total, se desplegó un programa que reunió en un mismo escenario a estrellas de la Ópera de París, la Scala de Milán, el American Ballet Theatre, el San Francisco Ballet y el English National Ballet, entre otras agrupaciones.

Hernández, primer bailarín del American Ballet Theatre de Nueva York y uno de los máximos referentes de la danza a nivel mundial, creó en 2012 Despertares con el objetivo de acercar al público mexicano lo mejor del arte escénico internacional. Hoy en día, la gala tiene un lugar en la agenda cultural del país como una cita imperdible.


Una noche que viajó entre estilos

La velada abrió con el propio Isaac Hernández, acompañado por Jasmine Jimison (San Francisco Ballet), en el pas de deux de Giselle, pieza romántica que llenó de lirismo el escenario. El contraste llegó con la energía urbana de Ghetto Funk Collective, que puso de pie al público con una coreografía de jazz funk al ritmo de Fred Wesley & The Horny Horns con la canción “Four Play (feat. Maceo Parker)” y The Soul Snatchers con “Do You Wanna Get Down”, que contagió al público con su energía: improvisación, bailes urbanos y chispas de complicidad entre espectadores y artistas

El regreso al ballet clásico llegó con Tiler Peck y Roman Mejía (New York City Ballet) que presentaron la “Tarantella”, de George Balanchine, una pieza virtuosa que evocó las raíces populares italianas. La intensidad se elevó con el “Rhapsody Pas de Deux”, con música de Rachmaninoff, que interpretaron Sae Eun Park y Germain Louvet (Ópera de París) y arrancó suspiros por su delicadeza.

“Body and Soul”, en la interpretación de Marion Barbeau y Simon Le Borgne, abrió paso a la danza contemporánea; la presentación exploró la fragilidad y el contacto humano. Luego, Lil Buck encendió la sala con A Tribute to the King of Pop, en el que se homenajeó a Michael Jackson al fusionar street dance con ballet en un estilo único.

El primer acto cerró con el “Pas de Trois”, de Le Corsaire, en el que Ivana Bueno, Esteban Hernández y Gabriele Frola desplegaron precisión y energía en solos y en conjunto, para culminar con la brillante “Coda” que arrancó una ovación prolongada.

Tras el intermedio, la poesía regresó con Le Parc Pas de Deux, de Angelin Preljocaj, que interpretaron Sae Eun Park y Roberto Bolle, con una lectura apasionada del Concierto No. 23, de Mozart. La fuerza física irrumpió con Chey Jurado, en compañía del pianista Francesco Tristano, en Asceta, pieza de carácter performativo donde un cuerpo solitario y una maleta fueron el centro de gravedad.

El público celebró la magia del American Ballet Theatre con Catherine Hurlin y Aran Bell en un fragmento del Cascanueces, de Ratmansky, al que siguió la delicadeza de Kayla Mak en Ave Maria, de Franz Schubert.

El tono íntimo se intensificó cuando Isaac Hernández regresó junto a Nikisha Fogo (San Francisco Ballet) para presentar Blake Works I, coreografía de William Forsythe con música de James Blake, una exploración del desamor y la vulnerabilidad. El virtuosismo continuó con Esteban Hernández, quien deslumbró con Five Tangos, de Hans Van Manen, que se marcó por la fuerza rítmica de Astor Piazzolla.

Después, llegó An American in Paris, que interpretaron Tiler Peck y Roman Mejía; en tanto que el estilo inconfundible de Lil Buck reapareció en The Dying Swan, con el chelista mexicano Miguel Ángel Villeda. El clímax llegó con Alina Cojocaru y Gabriele Frola en Voces de primavera, de Johann Strauss, un despliegue de virtuosismo clásico.

Uno de los momentos más esperados de la noche llegó con los hermanos Isaac y Esteban Hernández, quienes interpretaron “My Way”, con la inigualable voz de Frank Sinatra, en una coreografía cargada de complicidad fraterna; lo que llenó el Auditorio Nacional de mucho sentimiento. 

Para cerrar, el elenco se reunió en el escenario para el número colectivo “Impossible”, de Lion Babe, un cierre con energía festiva.

Una noche irrepetible

Durante el espectáculo, el público del Auditorio Nacional respondió con aplausos, ovaciones de pie y un silencio reverente en los momentos más íntimos. Alexa Morán, asistente fiel de la gala, lo resumió así: “No me pierdo Despertares desde hace años, pero lo de esta noche fue insuperable. Es como si en un mismo escenario nos hubieran regalado un viaje por todo lo que la danza puede ser: tradición, innovación, riesgo y belleza. No es un espectáculo, es una experiencia transformadora”.

Para Julián Montemayor, la presentación de los hermanos Hernández fue especial. “Cuando vi a Isaac bailar con Esteban “My Way”, entendí que estaba presenciando un momento irrepetible. No era solo técnica o coreografía, era la historia de dos hermanos mexicanos que han conquistado el mundo y que vuelven a compartir ese triunfo con nosotros. Fue íntimo”.

Por su parte, Ana Paola Fuentes destacó la diversidad del programa. “Hubo instantes en que parecía estar en un teatro de París o de Nueva York, y de pronto estaba vibrando con ritmos urbanos o con tango”.

Mientras que Ricardo González aseguró: “Sentí que cada pieza nos hablaba de la condición humana, de sus dolores y de sus alegrías. La danza nos mostró lo que somos: vulnerables, fuertes, soñadores”.

El cierre con todo el elenco en escena convirtió el recinto en una celebración compartida, donde la música y la danza se fundieron con la energía del público.

Boletín: Dirección de Prensa de la Secretaría de Cultura. Redacción: VEC. Fotografías: Gerardo Luna / Secretaría de Cultura


Descubre todo lo que Sanborns tiene para ti. Haz clic AQUÍ.

En circuloplussanborns.com/, utilizamos cookies para proporcionar y mejorar nuestros servicios.

Esto nos ayuda a ofrecerte la mejor experiencia posible. Al utilizar nuestro sitio, usted acepta usarlos. Aprenda más

Círculo Plus Sanborns