A comienzos del s. XXI se produjo una revitalizante recuperación del legado del garage rock y el glam de los años 70, así como del new wave y el dark rock de principios de los años 80. Agrupaciones como The Strokes, The Hives, Jet, Interpol, The Rapture y otras ejemplificaba el interés de las nuevas generaciones en el rock y el pop hecho hace dos y tres décadas atrás. 

Una de las más interesantes bandas de ese momento fue The White Stripes, dúo conformado por Jack White y Meg White, cuya equilibrada y muy honesta propuesta repleta de punk, referencias al folk norteamericano, blues y rock de garage sacudió los cimientos de la escena rock en buena parte del mundo. 

Formada en Detroit en 1997, desde el comienzo la agrupación dejó claro su perfil minimalista, armada sólo con las guitarras, la voz de Jack White y la simple, pero precisa batería de Meg, una mujer que traía a la mente a Moe Tucker, la baterista de Velvet Underground. 

Y sabemos que Jack White es un purista. Del sonido, de lo análogo, de la interpretación, de la grabación, hasta de la distribución de su música. Incluso se podría decir que nació en la época equivocada. Muchos lo imaginamos feliz tocando en los años 40 descubriendo a músicos de blues, grabándolos y dándoles notoriedad. También lo podemos imaginar dentro de la primera generación de pioneros del rock and roll a principios de los años 50. 

Su primer álbum editado en 1999 era homónimo y su señal o sonido era rudimentario, pero ya el año siguiente con De Stijl (2000) comenzó su imparable carrera hacia el éxito. Su sonido, aunque repleto de referencias (Captain Beefheart, The Stooges, Rolling Stones, T-Rex), se sobreponía a todas ellas para reflejar la frescura y el talento musical de los White. 

La aparición del álbum, White Blood Cells (2001) terminó por convertirla en una referencia obligada del rock del nuevo siglo, obteniendo todo tipo de nominaciones y reconocimientos al rededor del mundo. Sin embargo, todavía no había logrado su definitiva consagración, la cual ocurrió dos años después con Elephant (2003). 

Elephant, grabado en Londres en apenas dos semanas, fue una auténtica declaración de principios, en el que Jack y Meg lograron capturar todas las influencias y contradicciones de su sonido, circunstancias que atrapan a todo aquel que lo escucha. 

El comienzo, “Seven Nation Army”, es sencillamente demoledor, una avalancha rítmica con guitarras perfectamente dosificadas. Con el paso del tiempo, la canción fue adoptada como una especie de himno deportivo, claro, sin llegar todavía a los niveles de temas como los de Queen. 

En 2003, nada sonaba a los White Stripes, pero era porque nadie tenía un alma tan vieja como Jack White. Elephant no se aleja demasiado de la estricta fórmula que habían seguido hasta ese momento: no más de tres instrumentos por canción (casi siempre guitarra, piano y batería), voz, blues, folk y un poco de garage, pero sí tiene melodías más amigables como “I Just Don’t Know What To Do With Myself”, cover a un oscuro tema de Burt Bacharach popularizado por Dusty Springfield, es sexy e inquietante o “The Hardest Button To Button” que es juguetona y pegajosa. Y esos sólo son los sencillos. 

Este año se cumplen 20 años de la publicación de este trabajo discográfico, por eso a través de Third Man Records, el sello discográfico de Jack White, se anunció que se lanzará una reedición especial de este álbum para celebrar las dos décadas de su lanzamiento.  

Elephant XX es el nombre que llevará la reedición la cual incluye un vinilo blanco y otro rojo con glitter de 7 pulgadas que incluye el demo original de “Hypnotize” de Jack White; un DVD con imágenes de la época nunca antes vistas y un libro con 28 páginas que incluye fotografías inéditas de la agrupación.  

Esta edición tiene una particularidad y es que la remezcla se realizó en los estudios de Third Man Records en Nashville, con la consola original, se utilizó la misma placa Calrec que se usó en el mix original y estuvo a cargo del mismísimo White junto a Bill Skibbe.

Aquellos coleccionistas que deseen tener esta reedición deben tener una suscripción a Vault Package de Third Man Records, estas suscripciones se pueden realizar a más tardar hasta el próximo 30 de enero. 

Disfruta más música sólo en Sanborns