Muy pocas historias de vida que están bajo el reflector tienen un plot twist como el de Fermin IV, exintegrante de la banda de rap Control Machete, quien de tomar el micrófono para lanzar versos con una mirada iracunda hablando de drogas y situaciones urbanas, ahora se para enfrente de un grupo de creyentes cristianos para ofrecer sermones.
A pesar de que Control Machete únicamente lanzó tres álbumes (Mucho barato de 1997, Artillería pesada presenta de 1999 y Uno, dos: Bandera en 2003), sus canciones siguen protagonizando fiestas, escenas de películas y la vida diaria en nuestro inconsciente colectivo. Pareciera que Control Machete surgió para nunca desaparecer de nuestra memoria.
Fermin IV se retiró de la banda para sumergirse en su vida personal, fue entonces que se convirtió en cristiano, para después regresar al mundo del rap, pero con un enfoque distinto a lo que se dedicaba con anterioridad.
En 2018 Fermín regresó a la escena de la música, con su sencillo “Laberinto” y desde entonces ha demostrado que nació para rimar, y para ello no siempre hace falta hablar de los lugares comunes de la vida de cualquier rockstar: drogas, alcohol, fiestas, sexo, violencia, etc., Fermin habla de la vida y del reto que ha sido para él experimentarla.
Sony Music creó una subdivisión cristiana y Robbie Lear, amigo de Fermín y quien firmó con Control Machete años atrás, lo contactó para su regreso a los escenarios. Así es como su reaparición completamente renovada surgió en los escenarios.
En entrevistas, Fermín siempre aclara, entre risas, que su música no es cristiana, que el rap no se vuelve cristiano, que quienes lo hacen son las personas, en este caso él. A poco más de veinte años que se grabaron las canciones que siguen en nuestras cabezas, como “Me comprendes Mendez”, “Sí Señor” o “De perros amores”, el rapero regiomontano ahora tiene 44 años, una esposa, tres hijas y una carrera que sigue despegando.
Su música tiene la intención de “mostrar lo que tiene en su corazón”, como ha sentenciado en diversas ocasiones durante sus presentaciones. El próximo 28 de julio se presentará en el Caradura, en la CDMX, a las nueve de la noche en donde seguramente presentará “La flor”, su sencillo más reciente y el resto de su música.
No siendo suficiente su regreso a los escenarios en solitario, Fermín ahora también trae una propuesta junto con Max Chinasky, quienes estarán presentándose el próximo 15 de agosto en la ciudad de Querétaro.
Max Chinasky es un rapero que viene desde las playas de Cancún. Con su estilo caribeño y fresco ha atraído la atención de la industria de la música del rap. Con letras profundas, con las que se distingue el género del rap, Chinasky se encuentra en gira durante este año para expandir su música en toda la República Mexicana, con Ganando Suelo Tour.
Será interesante ver cómo el discurso de cada uno dialoga en el escenario, uno de corte político y otro con rasgos espirituales.