La Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), presenta en el Museo de Arte Moderno (MAM) la exposición “Daniel Lezama. Vértigos de mediodía”, la cual cubre 25 años de trayectoria del artista (1997-2022), a la vez que ofrece una reconsideración crítica sobre la escritura de la historia del arte moderno y contemporáneo en y desde México.
Con un amplio programa de actividades, en el marco de la campaña #VolverAVerte de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, la inauguración fue este miércoles 1 de junio a las 19:00 horas.
Tras dar la bienvenida al público la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, señaló: “Daniel pinta la historia de México, yo creo no para ser vista, nosotros nos sentimos vistos por la historia en tu obra, nosotros nos sentimos enfrentados a una realidad que a veces a muchos perturba, pero así es la realidad, la vida, la historia que nos reclama, que nos da el gozo, la esperanza, que renace cada vez”.
Asimismo, reconoció que ahora, en la sala renovada del MAM, se establece un diálogo particular entre la exposición y el recinto que le resguarda. “Daniel, en todas las épocas de su vida, apostó por seguir pintando estas extraordinarias escenas. El lograr que esta sala renovada recibiera esta exposición es también un motivo de enorme gozo, porque hay diálogo con parte de la colección de este museo”.
En tanto, la directora del MAM, Natalia Pollak, afirmó que “Vértigo del mediodía” es la primera exposición que aloja esta sala recientemente renovada dentro del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, ofreciendo las condiciones óptimas que el museo, sus públicos y sus artistas merecían desde hacía ya tiempo. El título de esta exposición es una cita de Octavio Paz en su Laberinto de la soledad.
La exposición, dijo, descubre la humanidad pintada e imaginada por Lezama y, en cierto modo, evoca el dualismo escrito por Paz lo bueno y lo malo, lo permitido y lo prohibido, lo ideal y lo real, lo racional y lo racional, lo bello y lo feo.
En ese sentido, comentó que mediante un diálogo se integraron obras del acervo del MAM, y que también Lezama y el curador Erik Castillo logran articular un debate, esa polémica base fértil que implica lo moderno, una crítica desde el museo a su propio paradigma.
Esta muestra despliega los puntos de encuentro y disenso respecto al papel de la pintura en la narrativa de la historia del arte y, a la vez, cuestiona las lecturas dadas al uso de determinados elementos del imaginario cultural nacional. Si algo caracteriza la obra de Daniel Lezama es su capacidad para interrogar sobre los usos y apropiaciones de la imagen, la transformación de los referentes iconográficos y el tocamiento de motivos históricos y alegóricos.
Para la directora general del Inbal, Lucina Jiménez López, la obra de Daniel Lezama indaga sobre la naturaleza humana, a partir del cuerpo, el territorio más expresivo de cualquier cultura, de cualquier sociedad.
Su trabajo, dijo, parte de la convicción de cuestionarse a sí mismo y con rigor plástico proponer conversaciones en torno a los dilemas de la identidad y de la cultura. La exposición es una muestra que aporta diálogos con la obra de Toledo o Von Gunten.
En una breve intervención, Daniel Lezama consideró que “esta exposición es probablemente la culminación de mi carrera en México. Creo que este espacio es el espacio consagratorio para un artista de la pintura en este país”.
Asimismo, pidió a las audiencias y públicos que visiten “Vértigos de mediodía”, vean esta obra con el corazón en la mano y entiendan el amor que irradia.
Bajo la curaduría del crítico de arte Erik Castillo, la exposición es una revisión inédita a la obra de Lezama. Deja de lado una lectura cronológica y propone tres ejes interpretativos a través de los cuales se profundiza sobre los conceptos, temas, ciclos y series que animan el trabajo del pintor.
El primero de ellos, El arquetipo de los niños jardineros, que explora cómo los personajes infantiles funcionan como un espejo existencial en el que los opuestos conviven; el segundo, Historia (sobre) natural de la civilización mexicana, ahonda en la forma en la que la pintura de Lezama configura la visión de un México multitemporal, donde los mundos mesoamericano, virreinal, moderno y actual se confunden. El último, La montaña genealógica se detiene en la estructura narrativa de gran parte de las obras del artista, en la que juega con los papeles familiares para apuntalar una visión crítica de la sociedad y la historia.
“Vértigos de mediodía” reúne obras de varias colecciones particulares, así como un conjunto de piezas nuevas, en diálogo con tres obras del acervo del MAM.
La exposición se acompañará de un programa público integrado por conversatorios, una guía familiar y una serie de cápsulas en las que se podrán conocer con mayor profundidad las obras, en voz del propio artista y del curador.
Daniel Lezama (Ciudad de México, 1968) estudió en la entonces Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de 1993 a 1997. A la fecha ha participado en más de un centenar de exhibiciones individuales y colectivas, entre las que se encuentran “Grandes Maestros del Siglo XX” (Museo de Arte Contemporáneo (Maco) de Monterrey, Nuevo León), la 2a Bienal de Beijing, “La madre pródiga” (Museo de la Ciudad de México), “El mito de dos volcanes” (Palacio de Bellas Artes), Imperium (Leipziger Baumwollspinnerei, Leipzig), “Imágenes de la patria” (Museo Nacional de Arte), “Cartas de viaje” (Galería Hilario Galguera, Ciudad de México), “Territorios de la memoria” (Museo de Arte Moderno) y la X Bienal de Mercosur (2015).
Su obra fue la pieza representativa del Pabellón de México en la Exposición Universal de Milán (2015) y ha sido acreedor a apoyos de los entonces Fonca y Conaculta en múltiples ocasiones y ganó el Premio de Adquisición de la X Bienal Tamayo (2001).
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Su obra forma parte de numerosas colecciones públicas y privadas en México y el mundo: Museo de Arte Moderno, la Murderme Collection de Damien Hirst, el Museo del Barrio (Nueva York), el Dallas Museum of Art, Sammlung Essl, de Austria, y Black Coffee Foundation. Asimismo, ha incursionado en el medio artístico mexicano como jurado, curador y tutor de jóvenes generaciones de artistas plásticos. Actualmente vive en Cuernavaca.
Erik Castillo (Ciudad de México, 1974) estudió la Licenciatura en Artes Visuales en la Facultad de Artes y Diseño de la UNAM; es crítico, curador e investigador en los campos del arte moderno y contemporáneo. Como escritor, ha publicado texto en libros, catálogos y ediciones periódicas, nacionales e internacionales desde 1995. Cuenta con 24 años de labor docente, como ponente y conferencista en diversas instituciones públicas y privadas.
Desde el año 2001, ha realizado curadurías para museos públicos nacionales y estatales y para espacios culturales diversos en México y en el extranjero. Fue encargado de la Coordinación de investigación, documentación y publicaciones en Casa Vecina. Espacio Cultural, Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México, AC (2008) y responsable de Investigación y curaduría en la Galería Hilario Galguera (México/ Leipzig, Alemania, 2009). Ha sido coordinador curatorial en la organización de la XVI Bienal de Pintura Rufino Tamayo (2014), curador en jefe del Pabellón de México en la Expo Internacional de Milán 2015, entre otras. Es autor, entre otros, de los libros 15 minutos de flama (2008) y El juguete en México (2015).
El Museo de Arte Moderno se encuentra ubicado en Paseo de la Reforma esq. Gandhi s/n, primera sección, Bosque de Chapultepec.
Información y fotografpia de la Secretaría de Cultura