En esta época es normal no tener la mejor cara para las juntas de la mañana, no todos hemos dormido correctamente y unas marcadas bolsitas debajo de los ojos no siempre son la mejor carta de presentación.

Lo peor es que muchas veces no brotan porque estemos durmiendo mal, muchas veces es por la posición en la que dormimos e incluso refleja nuestra alimentación. Pero en estos tiempos, sin duda, es mucho más común que sea por tener malas noches de sueño.

Las bolsas en los ojos aparecen como efecto de no dormir propiamente, y debido al agotamiento que sufre el cuerpo al estar en vela. Sin embargo, las bolsas en los ojos también pueden aparecer por retención de líquidos y exceso en el consumo de sodio, azúcares y alcohol.

Si eres de los que tienen ojeras continuas, a pesar de que duermas bien o mal, bien podría ser una cuestión de alimentación.

Otra de las razones es la gravedad, por lo que si tiendes a despertar con bolsas en los ojos a pesar de haber dormido bien, probablemente sea porque dormiste boca abajo. Lo mejor que puedes hacer es colocarte boca arriba durante la noche, o recostarte sobre almohadas que eleven la parte superior del cuerpo, por encima del nivel de tu cintura.

Ya existen parches para los ojos o rollers de jade, pero a veces son muy caros y el remedio que te vamos a recomendar es algo que tienes en tu refrigerador. Así es, estamos hablando de cubitos de hielo.

Basta con un pequeño masaje circular con hielo de unos cuantos minutos debajo de tus ojos, y con ello lograrás activar la circulación de sangre en la zona, y reducir la inflamación casi inmediatamente. Si no te gusta la sensación del hielo contra tu piel, envuelve el cubito en una toalla facial y así evitarás las quemaduras.

De igual forma, puedes hacerlo con una cuchara. Una noche antes metes el utensilio al congelador, o sumérgela en agua helada, por la forma puede resultar ser mucho más fácil para masajear tu ojo.

Si lo que buscas es relajar y desinflamar el rostro, después de dormir mucho o de haber tenido una noche de copas, siempre puedes llenar un tazón con agua infusionada de manzanilla y pepino, hielo y sumergirte por unos cuantos segundos. Verás los resultados casi inmediatamente.

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