Seas o no gamer de corazón, es un hecho que reconoces, sin duda alguna, al más famoso plomero italiano, Super Mario. Y es que su inigualable cara y carisma, creado por Shigeru Miyamoto, han conquistado la industria de los videojuegos desde su primera aparición en 1981, cuando todavía no era protagónico, en el videojuego Donkey Kong.
Desde entonces, Mario ha sido el favorito para la imagen de toda una industria japonesa que se vería reconocida desde sus inicios hasta la actualidad. En el universo de Nintendo, Mario Bros. ha sido el responsable de un legado lleno de increíbles historias, fantasías y, sobre todo, de mucha diversión. Tanto así, que uno de los videojuegos favoritos en los que aparece el plomero, Super Mario Party, se ha convertido en un clásico de consola.
Esta saga inició como el juego festivo de la industria, después del surgimiento de las sagas de
Mario Kart, Smash Bros, Mario Tennis o el olvidado Mario Football, cuando la compañía se dispuso a crear de todas esas fiestas una sola, o bueno en varias mini partys en un sólo videojuegoo.
Con la tradicional dinámica de los juegos de mesa, Super Mario Party va de lo que ya todos conocemos: escogemos un número de turnos y nos ponemos a jugar. Tiramos los dados, recorremos el circuito cerrado de cada uno de los tableros (existen cuatro: ruinas de Roco, mina del Rey Bob-omb, el paraíso megafrutal y la mansión de Kamek) y al acabar cada ronda, hacemos un minijuego. Así podemos ganar monedas, que sirven para sumar en la puntuación final, mientras buscamos las estrellas que se van moviendo por el mapa y que son el gran premio.
Todo esto se completa con los dados personalizados: cada personaje tiene un dado propio. Por ejemplo, el de Donkey Kong, te permite ganar más monedas de la cuenta, y otros como el de Bowser o Boo se la juegan: la recompensa es muy grande pero el riesgo de no avanzar o perder monedas, es mayor.
La experiencia de este videojuego, ha mejorado mucho con el tiempo. Sobre todo refiriéndonos a su formato y las últimas versiones portátiles que nos ha ofrecido la compañía. Ahora cuenta con una mayor agilidad, y resalta la relevancia de los minijuegos sin dejar que se diluyan. Pareciera que Mario siempre está listo para entregarnos una mejor y más divertida aventura sobre su universo y el legado que ha representado.