26 jul 2019
Hace poco más de diez años no se nos hubiera ocurrido pensar que el mundo sería como es. Las películas de ciencia ficción ochenteras hablaban de un futuro un poco exagerado, para nuestros ojos, sobre el mundo actual. Piensa en Back to the Future, cuando viajan al año de 2015 y, bueno, quizá la realidad es completamente distinta a como la ilustró Robert Zemeckis, pero sin duda hemos avanzado de manera exponencial en los últimos años.
Lo que sí es cierto es que, si te asomas a esos años y regresas al presente 2019, podrás darte cuenta del salto gigante que hemos dado como sociedad en menos de la mitad de un siglo, en cuanto a los avances tecnológicos. Esto pareciera poco ante nuestra mirada moderna, pero si revisas la historia podrás notar que en el pasado los descubrimientos y la aplicación de estos, para las nuevas tecnologías, tardaban mucho en desarrollarse.
Aunque también es verdad que siempre han existido grandes mentes, tanto inventoras como artísticas, que nos han demostrado que cualquier futuro siempre es posible. Piensa en Leonardo Da Vinci (1452), quien inventó un helicóptero, o Julio Verne (1828), el escritor que hablaba de viajes a la Luna, los cuales no se ejecutaron sino hasta más de cien años después, en 1969.
La imaginación siempre ha sido el arma más importante para nuestra sobrevivencia y desarrollo como sociedad. Una vez que resolvimos cómo no morir de frío en las oscuras noches primitivas con el fuego, no nos rendimos y exploramos las diversas formas de aprovechar este elemento, para cocinar, para ahuyentar a los animales peligrosos, etc., hasta que construímos una civilización que planea ir próximamente a Marte y a explorar los albores de nuestro universo.
La evolución de una civilización se mide por la capacidad de aprovechar la energía que existe a su alrededor. Esta manera de medir la inteligencia de una especie la propuso el astrofísico Nikolái Kardashov en 1964, quien basó la cantidad de energía que una civilización es capaz de utilizar de su entorno para su desarrollo y se conoce como la escala de Kardashov.
Quizá todavía no somos capaces de realizar viajes intergalácticos con tripulaciones humanas, pero no hay duda de que cada vez la ciencia avanza cada día más y más. Es sencillo aterrizar estos grandes avances, pues están al alcance de nuestras manos. Hace menos de veinte años no poseíamos la tecnología que ahora guardamos con sutileza en nuestro bolsillos, es más, hace cincuenta años, cuando el hombre llegó a la Luna por primera vez pudo hacerlo sin toda la tecnología que alberga en nuestros celulares hoy en día, aunque parezca difícil de creer.
Algo que nuestros ancestros agradecerían de dichos avances, sin duda, sería la facilidad que nos han dado en nuestra vida cotidiana. Sólo piensa en lo que dirían al ver que ahora podemos pedir comida con solo llenar un breve formulario y con oprimir un botón y ya, está listo tu pedido, ahí, en la puerta de tu casa, y eso por poner un ejemplo simple.
Una forma de ver reflejados estos avances está en el concepto del Internet de las cosas, para resumirlo, esto se refiere a la interconexión que existe, a través del Internet, entre las cosas, es decir, la comunicación que hay entre ellas.
Ahora te enlistamos cincos avances tecnológicos que ya están a nuestro alcance, o lo estarán en los próximos años, y nos facilitarán la vida aún más, basados en este concepto del Internet de las cosas.
Tu mascota a salvo
Consiste en un collar para tu mascota que mide sus signos vitales, su estado de salud, del sueño y, lo más importante, su ubicación. Nunca más una historia triste de un perrito o gatito que se ha perdido en la inmensa ciudad.
Las ciudades del futuro
Para 2050 se calcula que más del setenta por ciento de la población se trasladará hacia las ciudades, lo cual claramente ocasionará un desequilibrio, sí, uno más grande del que ya hay, en cuanto a las cuestiones climáticas. Por eso los científicos están buscando las alternativas correctas para que la calidad de vida mejore, tanto para nosotros como para nuestro planeta.
Las ciudades del futuro serán denominadas Smart Cities (Ciudades inteligentes) y se planea que existan edificios bioclimáticos, los cuales generarán energía positiva (que no contamine y sea reciclable). Los medios de transportes públicos planean convertirse completamente eléctricos, un ejemplo de esto está en el primer mundo en Manchester, Europa.
Una App para detectar de cáncer de páncreas
Así es, ahora habrá aplicaciones en nuestros dispositivos móviles con la inteligencia artificial necesaria para salvarnos la vida. Esto será a través de una selfie, la cual tendrá la capacidad de leer los niveles de bilirrubina en el blanco de los ojos. Así se puede evaluar, médicamente, la presencia de ictericia, la cual habita en estos cánceres.
Carreteras inteligentes
En el caso de las carreteras se planea que tengan sensores y alarmas que sean capaces de detectar el riesgo de un posible accidente, incluso llegando a evitarlo. Otro objetivo está en optimizar los recorridos.
Automóviles automatizados
En las novelas o películas de ciencia ficción es común encontrar en los escenarios carreteras inteligentes que van desde automóviles voladores hasta los automatizados que no requieren de ningún chofer para su conducción.
La genialidad de Elon Musk, director de Tesla Motors, ya está comenzando a cumplir nuestras fantasías más locas en cuanto a la ciencia ficción y los automóviles automatizados.
“Todos los autos Tesla incluyen un avanzado hardware que actualmente proporciona funciones de Autopilot y funcionalidades de conducción autónoma completa en el futuro próximo, a través de actualizaciones de software diseñadas para mejorar la funcionalidad a medida que pasa el tiempo.”
Entre las muchas posibilidades que pueden beneficiarnos con esta tecnología, está la de que nuestros próximos Ubers o cualquier servicio de taxi, a través de una app, se trate de que un coche llegue por ti y ya, un coche sin conductor. ¿Cuántos problemas y miedos nos quitaría, no?
La imaginación humana es impresionante, estamos por vivir un momento en el que podamos identificarnos con todas esas fantasías de ciencia ficción que tanto nos entusiasman. Dependerá de nosotros utilizar todos estos avances a nuestro favor y no en nuestra contra, para poder contar una historia en la que la humanidad se superó a sí misma. Quizá, o eso anhelamos los fanáticos del género ficticio, algún día logremos hacer viajes intergalácticos y descubramos otras formas de vida y compartamos tecnología, ¿te imaginas?
