Vehículos, prótesis, relojes, maquetas, juguetes y un largo etcétera. Prácticamente todo lo que podamos imaginar puede hacerse con la impresión 3D. Esta tecnología ha dado grandes pasos en todos los sectores y en unos de los que más avanza es en la construcción y arquitectura. 

En la arquitectura es fundamental poder contar con escalas reales de los proyectos en presentación, ya que permite a los demás usuarios poder tener a la vista un modelo original de lo que sería la edificación final. Pero esto es una tarea que ha demandado mucho tiempo y dedicación para poder tener resultados óptimos. 

Una herramienta que pueda simplificar este proceso y presentar un diseño realista representará el futuro de su carrera para casi cualquier arquitecto. Una maqueta bien hecha puede llevar semanas o meses, y ahora en poco tiempo el arquitecto podrá disponer de este tiempo para usarlo en otros asuntos del proyecto y tener una presentación limpia y perfecta con nueva tecnología de impresión 3D. 

La impresión 3D es una tecnología que ha revolucionado todos los sectores, porque facilita la forma de llevar a cabo cualquier proceso. Con la impresión 3D esto se soluciona, ya que permite que los profesionales se enfoquen en el área que realmente interesa: el diseño. 

 

 

 

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Esta tecnología permite obtener prácticamente cualquier forma, sin importar qué tan compleja sea. Uno de los métodos de impresión 3D más utilizados en este sector es la impresión en sintetizado de polvo. La ventaja de este método es que no solo es posible imprimir a todo color, sino que también permite introducir tramas, proyectar fotos o reproducir fielmente un material específico. 

Sin embargo, el uso de la impresión 3D en la arquitectura va más allá de la creación de maquetas. Esta tecnología puede convertirse en una verdadera máquina de construcción gracias al “Contour Crafting”, nombre que se le da a una impresora 3D gigante creada por la Universidad del Sur de California (USC). 

 

 

 

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Entre los numerosos beneficios que obtenemos con esta tecnología destaca la reducción en el tiempo de producción, llegando a construir una casa en un tiempo récord de aproximadamente 20 horas. El “Contour Crafting” permite automatizar el desarrollo tanto de estructuras compactas como de subcomponentes tales como tuberías, cableado eléctrico o aires acondicionados. 

Por otro lado, esta tecnología es ideal sobre todo para la reconstrucción urgente en situaciones de emergencia como pueden ser guerras, terremotos, inundaciones o cualquier catástrofe natural.  

Imagen de Martin en Pixabay