Dentro del marco del Mundial de Futbol Femenil 2019, el cual se lleva a cabo en Francia del 7 de junio al 7 de julio, es importante recalcar que este será el certamen protagonizado por mujeres más vistos en la historia, y ha sido gracias a la lucha de cientos de mujeres y personas que creen en la igualdad.
Aún falta mucho para que esto sea una realidad en todo el mundo, por lo que no está de más puntualizar actualmente la realidad de las mujeres en nuestro país.
Estaba cenando con mi mejor amiga en un lugar de alitas, estos lugares de comida y temática estadounidense, en donde todas las pantallas tienen deportes.
Llegó su novio y en lo que terminamos de pagar la cuenta, el hombre en cuestión miró la televisión en la que estaban pasando un partido de futbol femenil, y dijo: “aw, las niñas creen que pueden jugar futbol. Ternuritas.” Esta frase estaba aderezada con un tono burlón.
Aunque no soy jugadora de futbol, ni he tenido interés de serlo, dudo que esta escena que presencié sea única en su tipo. Por algo es que aún después de la creación en 2017 de la Liga MX Femenil (por tanto, de la profesionalización de las mujeres en el futbol) la mayoría de ellas sólo reciben “apoyos”, no un salario en forma que les permita sólo dedicarse al balompié.
Obviamente, no reciben ni un 10% de lo que reciben los jugadores masculinos.
Como lo resume Andrea Rodebaugh, directora técnica de Xolos Femenil, para el medio Independiente de Hidalgo “mi generación luchó por el derecho a jugar, esa batalla prácticamente ya se ganó, ahora es una batalla por poder vivir del futbol, tanto como jugadoras como entrenadoras, árbitras y demás”. Y es que la liga femenil, aún está luchando porque las tomen en serio.
Desde las televisoras ignorando los partidos, hasta pelear por el préstamo de estadios, o en casos como el de Charlyn Corral, quien aún después de tener una larga carrera en el deporte y ganar el primer pichichi para una jugadora mexicana, continúa sin patrocinador de tenis deportivos, como declaró para ESPN.
Los deportes es un negocio para muchos, donde las marcas pueden asegurar un lugar publicitario en la ropa de los deportistas, hasta los bordes de las canchas, incluso los comentaristas. En el caso del futbol femenil mexicano, sólo existe un equipo que tiene patrocinio, el Chivas y está auspiciado por la marca de leche Sello Rojo; precisamente porque no es rentable para las marcas patrocinar un equipo femenil, porque no hay la suficiente difusión.
Así pues, como muchas cosas, esto parece una serpiente que se muerde a sí misma la cola, no hay dinero porque no hay patrocinios, por la falta de difusión porque las televisoras no creen haya dinero ahí.
A pesar de que es un círculo medianamente vicioso, se han ido rompiendo ciertas barreras al paso de los años, porque ya hay algunas cadenas de televisión por cable que transmiten los partidos femeniles, además de que la existencia de la Liga MX Femenil es una gran base en la que se puede construir una afición.
En mi opinión, creo que la raíz está precisamente en la escena que relaté al inicio, porque seamos sinceros, muchos espectadores de futbol son hombres y mucho de ellos no toman en serio a las jugadoras.
Esperemos que como ya nos demostraron la selección femenil en el Mundial Sub-17 celebrado en Uruguay, sigan en ese camino y terminen por ser respetadas por todas las aficiones.