La Compañía Nacional de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), órgano de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, arrancó una nueva temporada de Carnaval de los animales. El canto de los cisnes, un ballet que lleva a la audiencia a un mundo en el que la naturaleza cobra vida a través de la danza.

Con vestuarios llenos de color, una coreografía dinámica y una partitura evocadora, la función de estreno atrapó la atención del público, principalmente infantil.

El Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque, el sábado 8 de marzo de 2025, fue el espacio en el que los asistentes se adentraron a una selva exuberante llena de mariposas, ranas y bichos diminutos, que danzaban con libertad bajo la guía de una pequeña catarina. Poco después, aparecieron otras criaturas: un majestuoso guacamayo, un cocodrilo imponente, cisnes blancos y negros, y un grupo de flores coloridas.

Todo parecía en armonía hasta que se alteró la paz del ecosistema. Conforme avanzó la historia, la tensión creció por la presencia de cazadores que acechaban a los animales y capturaron a algunos, que fueron trasladados a la ciudad. Mientras tanto, la selva sufrió la pérdida de uno de sus habitantes más emblemáticos.

El relato cambió de escenario hacia la sabana, en la que cebras, mariposas, serpientes, leones y monos continuaron la lucha por su supervivencia. Entre ellos, una familia humana observó con asombro lo que había ocurrido. Por tal motivo, la madre enseñaba a sus hijos que la caza no es un juego y que cada animal tiene un lugar en la naturaleza.

La propuesta de la Compañía Nacional de Danza transmite con potencia un mensaje sobre el respeto al medio ambiente a través de una presentación visualmente atractiva y accesible para todas las edades. 

Danza y emoción en una pieza

El montaje mezcla ballet clásico con movimientos inspirados en la naturaleza, lo que da a cada especie su propio lenguaje corporal. Los más de 40 bailarines ejecutan pasos técnicamente impecables y capturan la esencia de cada animal con gestos y posturas que los hacen inconfundibles.

Diseñado por Gabriela Burt, el vestuario es una pieza clave en la narrativa visual. Cada uno recrea con fidelidad las texturas, colores y características de las especies que representan lo que permite en el escenario mostrar un ecosistema vibrante.

A su vez, la música de Camille Saint-Saëns, en una versión adaptada para la puesta en escena, aporta matices que refuerzan los momentos de tensión y emotividad. En tanto, el diseño de iluminación y las proyecciones visuales transportaron a las y los espectadores desde la selva hasta la ciudad con transiciones fluidas y efectivas.

El Carnaval de los animales. El canto de los cisnes busca mentalizar sobre la importancia de respetar la vida silvestre y el equilibrio de los ecosistemas. El coreógrafo Rafi Maldonado-López destacó que la obra no es únicamente para público infantil, sino para toda la familia, pues invita a reflexionar sobre la responsabilidad colectiva en la conservación del planeta.

“Es un montaje que conecta generaciones. Nos recuerda que la naturaleza no es un recurso infinito y que las decisiones que tomamos hoy determinarán el futuro del planeta”, expresó.

Carnaval de los animales. El canto de los cisnes tendrá funciones los sábados y domingos a las 13:00 h hasta el 30 de marzo de 2025 en el Teatro de la Danza Guillermina Bravo del Centro Cultural del Bosque (CCB). Consulta cartelera y adquiere tus boletos en danza.inba.gob.mx

Redacción: VEC. Fotografías: Gerardo Luna / Secretaría de Cultura. Boletín: Dirección de Prensa de la secretaría de Cultura

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