Con el fin de fomentar una reflexión en torno a la discriminación histórica que ha sufrido la comunidad LGBTQ+, el director mexicano David Pablos trabaja en El Baile de los 41, una película que contará la historia de aquella redada policial que emprendió el gobierno de Porfirio Díaz contra un baile de hombres homosexuales el 18 de noviembre de 1901. Un episodio que fue escandalizado por la prensa mexicana y que también fue inmortalizado en una viñeta de José Guadalupe Posada en la que se lee: “Los 41 maricones”.
La intención de esta cinta es, justamente, darle un giro a esa versión oficial mediante una perspectiva más humana e inclusiva. Todo siempre basado en un suceso real: la existencia de una sociedad clandestina de homosexuales a la que también perteneció Ignacio de la Torre, el yerno del entonces presidente Díaz.
“El Baile de los 41 fue la primera mediatización de la homosexualidad en México. Por primera vez, los medios hablaron sobre la homosexualidad. Es importante rescatar ese momento porque se trata de un episodio que permanece vigente entre la comunidad LGBTQ+,, pero que también ha sido relegado por la historia oficial”, considera el cineasta. “Si lo analizamos, nuestro pensamiento sobre la homosexualidad no dista mucho del que teníamos en 1901, ya que aún hay poca visibilidad de la comunidad LGBTQ+,. Mi intención es recabar esta anécdota del baile desde otro ángulo, completamente opuesto al de la prensa de aquella época, que lo relató desde una perspectiva deshumanizada”, explica el también ganador de cinco Premios Ariel gracias a su película Las Elegidas (2016), con la que compitió en el Festival Internacional de Cine de Cannes.
A través de una investigación histórica y documental exhaustiva, Pablos se dio a la tarea de recrear la atmósfera del Porfiriato, pero con un toque muy personal y moderno que permita hablarle directamente al espectador del siglo XXI.
El Baile de los 41 pretende arrojar luz sobre la falta de visibilidad y exclusión a la que se enfrenta la comunidad LGBTQ+, desde hace siglos. Y aunque hoy existe mayor apertura hacia este sector de la población, es innegable que existen problemas profundos aún actualmente. Es importante hablar del tema ya que en todo el mundo cada día ocurren delitos contra personas LGBTQ+, principalmente por discriminación, homicidios y lesiones.
Bajo esta premisa comenta el actor principal de la cinta, Alfonso Herrera: “Esta historia es necesaria porque, como sociedad, estamos obligados a cuestionarnos, criticarnos y reeducarnos para dejar de criminalizar y victimizar a la comunidad LGBTQ+. En pleno 2020, se siguen cometiendo crímenes de odio en contra de homosexuales, transexuales y de todo aquello que vaya en contra del sistema patriarcal, así que hemos evolucionado poco”.
“En esta película no solo se vislumbra la homofobia, también el racismo y el clasismo, los cuales siguen perpetuándose en nuestro país. No podemos pretender que seremos una mejor sociedad si no defendemos y garantizamos los derechos de todas las personas”, agrega Herrera.
“Es indispensable romper con el machismo heredado de siglos. Por eso para mí es tan importante mostrar en la película hombres vestidos de mujeres, escenas de amor entre hombres y ejemplos de otras masculinidades. Porque me di cuenta que, mientras más investigaba el Porfiriato, más paralelos encontraba de esa época con nuestro presente”, observa el también director de La canción de los niños muertos (2008) y La vida después (2013).
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Información e imagen: cortesía de IQ Icunacury Acosta & Company.