Podemos hablar de los miles de medios que fueron generados en los últimos 15 años, todos fueron construidos por nosotros y para nosotros, y al usar cada uno de ellos hemos empezado a crear versiones alternativas de nuestra identidad. Nos multiplicamos.
Hoy tenemos muchas identidades, en cada aplicación o red social tomamos roles nuevos.
Y es verdad, no somos los mismos escribiendo tuits que, publicando memes en Facebook, poniéndonos cara de perrito en Snapchat o “buscando el amor” en Tinder. ¿Es usted un artista de Internet? Probablemente no, pero quizá sí sea o vaya a ser la inspiración de uno.
Pocos entendían al inicio, pero Internet rápidamente se volvió una extensión de nuestra vida, nos dio la posibilidad de vivir múltiples realidades, de consumir, crear, compartir y mezclar imágenes, música y video, explorar nuevas libertades, e incluso de enamorarnos… de una forma u otra, todas las áreas de nuestra vida iban a experimentar las fronteras digitales.
Incluso cuando las cosas van mal, podemos confiar en el Internet para darnos un poco de esperanza, o por lo menos un motivo para reír, por medio de burlas y bromas (que son muy buenas para la salud mental). Porque al mal tiempo no siempre se le puede dar prisa, pero definitivamente puedes tomarlo con un poco de humor.
¿Qué es un meme?
Lo primero es lo primero. Cual clase universitaria, comenzamos con la etimología. El término “meme” se refiere a la “unidad teórica de información cultural transmisible de un individuo a otro”, en contraposición a un gen, que se transmitirá de forma biológica.
Y luego llegó Internet, un “espacio” donde descubrimos que podíamos ser uno y más a la vez, gracias a ese extraño universo al que podíamos acceder a través de una computadora.
El formato de un meme puede ser una frase, una imagen, un video o un concepto más abstracto. En general su temática es humorística rozando casi el absurdo, aunque en ocasiones también se convierten en pequeñas dosis filosóficas. Por lo tanto, no deberíamos nunca pensar que un meme es tan sólo una simple broma.
No esperes encontrar grandes obras de arte, el programa Paint es de lo más habitual en esta práctica, así como los montajes más simples con Photoshop, la estética no triunfa en el mundo de los memes, pero sí lo que pretenden transmitir.
Un meme se replica rápidamente a través de las redes sociales, pero también va evolucionando a medida que se difunde. Por ejemplo, un meme puede consistir en una imagen a la que los usuarios van añadiendo su propio texto.
Cualquier fenómeno puede ser transformado en un meme. Una metida de pata de un político o figura pública, una imagen curiosa aparecida en la televisión durante una décima de segundo, o una foto de celebridad en mal momento son víctimas de esta práctica.
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