Siempre se ha criticado el mundo de los videojuegos, en especial por personas adultas, ya sean algunos padres, tíos, abuelos o parejas. Pero en realidad, ¿son malos los videojuegos para la salud?
Esta es una pregunta que ha estado en la mente de todos nosotros desde que salió la primera consola de Nintendo al mercado.
¿Se puede aprender de los videojuegos? Alejándonos de viejas polémicas que no son fáciles de determinar y llegan a dudas eternas, aun del libre albedrío, como que algunos videojuegos alientan a la violencia, no son pocos los estudios que aseguran que los juegos pueden ayudarnos a desarrollar y potenciar determinadas habilidades que podemos aplicar en la “vida real”, beneficiando nuestras relaciones personales o incluso nuestra capacidad neuronal.
Sin embargo, diversas investigaciones demuestran que hay un montón de beneficios científicos cuando te adentras en el mundo gamer, desde el aumento de la materia cerebral hasta el alivio del dolor. Por ejemplo: un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine, examinó 38 estudios y encontró que los videojuegos mejoraron los resultados de salud de 195 pacientes (habrá que profundizar en su realización).
Además, American Pain Society, encontró pruebas de que jugar videojuegos, especialmente juegos de realidad virtual, son eficaces para reducir la ansiedad o el dolor causado por enfermedades crónicas o procedimientos médicos.
En el año 2017, 37 pacientes que llegaron a un departamento de urgencias del hospital en Oxford, Reino Unido, para ser tratados por un accidente de tráfico, fueron seleccionados al azar para jugar 20 minutos de Tetris. Otros 34 pacientes que no jugaron se les pidió que registraran su actividad regular, incluyendo cosas como mensajes de texto, crucigramas y lectura.
Los jugadores de Tetris tuvieron 62% menos flashbacks del evento traumático que aquellos que no lo hicieron.
Otro estudio publicado en la revista académica PLOS ONE, asegura que todos los videojuegos, tanto de acción como de no acción, mejoran la función cognitiva en los participantes, medidos por pruebas tales como tareas de memoria a corto plazo.
A continuación, te mostramos una serie de habilidades y beneficios que los videojuegos pueden aportar a tu día a día, según los expertos:
Solución de problemas
En todo videojuego hay un desafío. Algunos juegos pueden ser mecánicos, como Space Invaders. Pero otros, desde los rompecabezas y los de misterio, hasta la administración de ciudades o imperios virtuales, ofrecen a los jugadores la oportunidad de encontrar una solución a un problema.
Algunos investigadores dicen que quienes juegan estos videojuegos mejoran en tres áreas: planificación, organización y pensamiento flexible.
Reducen la ansiedad y el dolor
Como te comentamos anteriormente, en el año 2010, durante la convención anual de la American Pain Society, compartieron datos a la comunidad científica en los que se explicaba cómo las endorfinas que se liberan al jugar videojuegos logran reducir el nivel de estrés y dolor en pacientes que reciben tratamientos como la quimioterapia.
Liderazgo y socialización
Uno de los estereotipos más asentados dentro del mundo de los videojuegos, es que el jugador es una persona solitaria, introvertida, con poca vida social. Los jugadores han sido vistos tradicionalmente como personas aisladas, casi sin futuro, desconectados de la realidad que les rodea. La verdad es que, desde la llegada de las primeras consolas, jugar ha sido una forma de socializar, juntando a varios amigos enfrente de la pequeña pantalla.
Carreras profesionales en videojuegos, ¿por qué no?
Recordemos que el pasado mes de julio Kyle “Bugha” Giersdorf, ganador de 16 años de la primera copa mundial de Fortnite por lo cual se embolsó 3 millones de dólares, más de lo que gana el campeón de Wimbledon o Roland Garros.
Entonces, dedicar horas, días, semanas y meses a algunos videojuegos no significa una pérdida de tiempo, por el contrario, el desarrollo de estas habilidades puede suponer una ventaja en muchos ámbitos de nuestra vida, es obvio que siempre todo es mejor con gusto, medida y responsabilidad.
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Foto: Adobe Stock.