Desde el desamparo y el dolor por la confusión de lo que es, y lo que dicen que debería ser, el amor ha sido el hilo temático de las canciones inundadas de tiricia de Ed Maverick. Con apenas 19 años, Eduardo Hernández Saucedo ya se ha convertido en el ícono de la música indie a estilo balada en español. 

Con influencias claramente marcadas en sus acordes, como las del mismísimo Juan Cirerol y Cuco, Maverick encontró su refugio honesto y sincero en las paredes de su habitación. Cuando en 2018 lanzó su primer álbum llamado mix para llorar en tu cuarto, dejó muy claro que su interés nunca ha sido destacar en la elegancia ni complejidad de lo que la música puede representar. 

Es decir, con apenas una guitarra, su voz y la saudade en sus palabras, Maverick consiguió una estética bastante sencilla y austera con la que ha llegado a ocupar un lugar importante en la industria de la música. Incluso se presentará en la próxima edición del Festival Coachella.

No cabe duda que el éxito del músico habita en la transparencia con la que compone. Sin tapujos, Ed Maverick es el símbolo del típico adolescente encerrado en su cuarto listo para llorar en su guitarra. Sin vertir esto en un escenario negativo, la sencillez de su música ha destacado por su propio origen. 

Cuando el indie ha sido la salida melancólica pero alegre de la música en español, la llegada de los talentos aparentemente “inexpertos”, son lo que nos regresan al sentido análogo de lo que escuchamos. Entre tantas producciones y retoques, es gratificante toparnos con una acústica completamente orgánica y sincera desde la técnica, hasta la ejecución y raíz de la misma. 

Asimismo, el indie nos ha regresado una tenue luz ámbar en la música en español. Con las tonalidades melancólicas que pinta, también recorre un sendero entre la liviandad y serenidad que dibuja la golden hour en el mundo cinematográfico. Pienso en algo así cuando Little Jesus aparece en la escena, sea cual sea, pues pareciera que nunca dejan pasar ningún evento/festival sin su presencia, al menos esto en México. 

Esta banda, relativamente nueva, se lanzó a la vista del ojo mediático cuando el 2013 presentaron su álbum debut titulado Norte. Una colección de nueve canciones, de las que más se destacó fue “Azul”. Su estilo indie, con un toque muy de ellos, llamado tropipop, ha consolidado una estética alegre y colorida en la que su música dialoga con ritmos caribeños, pero sin echar de un lado la típica boy band (un decir) de guitarra, batería y bajo. 

La dualidad que ha sugerido el género del indie rock en español, es, sin duda, claramente ejemplificada con el paralelismo de ambos casos: Ed Maverick y Little Jesus, quienes han sumergido su música en una paleta de distintas tonalidades. Por eso saber que se presentarán un mismo escenario, el próximo 29 de mayo en el Teatro Morelos, en Morelos, nos invita a descubrir lo que el género ha supuesto en los últimos años.