¿Cómo sería nuestro mundo si tuviéramos contacto con vida alienígena? Quizá seríamos una civilización mucho más avanzada en términos de tecnología, incluso podríamos ser una sociedad en la que la armonía gobierne entre nuestra especie.
También podría ser que nuestro contexto se asemeje al de todas las películas de ciencia ficción que hemos visto y los viajes galácticos sean cada vez más comunes. O quizá ya existe tal contacto y solo unos cuantos lo saben y nosotros los mortales solo fantaseamos con el hecho.
Sea cual sea la hipótesis correcta, muy pocos negarán que se trata de una interrogante o suposición que nos encantaría que fuera real. ¿Cómo sería hablar con vida inteligente de otros planetas?
La cultura popular nos ha presentado diversas ideas acerca de estas comunicaciones. Por ejemplo, la famosa saga de Star Trek propone las exploraciones espaciales en donde la misión es descubrir vida en otros planetas y establecer relaciones diplomáticas entre sí. Otro clásico es Star Wars, el drama intergaláctico en el que esas comunicaciones alienígenas no son precisamente muy amigables que digamos.
Estos y más ejemplos existen en el mundo de la ciencia ficción, la cantidad de escenarios es demasiada, pero no hay como las teorías que el mundo científico puede darnos en concreto. Más allá de la imaginación, ¿qué pasaría si nuestra civilización fuera capaz de comunicarse con vida fuera de la Tierra?
La premisa es fascinante para algunos, pero para otros se trata de una pesadilla. Stephen Hawking, por ejemplo, advertía sobre los peligros de buscar vida en otros planetas. El científico británico advirtió que podría tratarse de un caos por completo, igualmente dijo que probablemente los extraterrestres estarían “muy adelantados respecto a nosotros”.
En 2010, Hawking comentó para el canal de televisión Discovery que la vida alienígena podría atacar a nuestro planeta en busca de recursos: “Si los extraterrestres nos visitan, el resultado sería mucho más parecido a cuando Colón desembarcó en América”.
“Con tan solo mirarnos a nosotros mismos podemos ver cómo la vida inteligente podría resultar algo que no nos gustaría conocer”, agregó.
De cualquier manera, la vida nos ha demostrado que la realidad supera a la ficción, por lo que cualquier posibilidad es casi tan cierta como improbable. Sin embargo, regresando a la pregunta inicial, los científicos también se han preguntado algo mucho más específico todavía: ¿cuántas civilizaciones, con capacidad de comunicarse, podrían existir en la Vía Láctea?
Para esto las matemáticas, mejores aliadas de los científicos, tienen algunas estimaciones.
Hablemos de la Ecuación de Drake
En 1961 el astrónomo estadounidense, Frank Drake, quien también fue uno de los fundadores del proyecto SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence, búsqueda de inteligencia extraterrestre) creó una ecuación probabilística para calcular cuántas civilizaciones inteligentes podría haber en nuestra galaxia.
N = R* · fp · ne · fl · fi· fc · L
N: es la respuesta buscada: el número de civilizaciones que podrían comunicarse con nosotros.
R*: es el número total de estrellas capaces de albergar planetas.
fp: corresponde a la cantidad de esas estrellas que tienen sistemas planetarios.
ne: representa la media de planetas con posibilidad de vida que habría en esos sistemas.
fi: comprende el número de planetas en los que, efectivamente, se desarrolla vida inteligente.
fc: descubre la cantidad de planetas con vida inteligente y que, además, podrían comunicarse con otros.
L: se refiere al momento de vida del planeta en el cual se desarrolla esa civilización.
Actualmente sigue siendo muy poco probable precisar cuántas civilizaciones serían capaces de comunicarse con nosotros, pero sobre todo saber si las hay.
Ya han pasado más de 50 años de esta propuesta y, hasta ahora, parece que ninguna civilización, si es que la hay (o lo sabemos), ha decidido comunicarse con nosotros o si simplemente no ha podido, como nosotros mismos.
Existen muchas teorías que nos alientan a creer en la vida alienígena y cada vez hay descubrimientos que nos acercan a tener muchas otras certezas que antes no teníamos. Sin embargo, el de sabernos solos el universo es hasta ahora la única verdad.
De hecho, para esto existe la hipótesis de la Tierra Rara, misma que se refiere a nuestro planeta como un evento raro y único en el universo y que la vida por tanto, es algo raro y poco frecuente en el cosmos.
Afirmar que estamos solos, como negarlo tajantemente es completamente ingenuo. En ambos sentidos, es un hecho que aún faltan muchas más cosas que investigar y descubrir, y para eso los científicos seguirán sacando ecuaciones que, nos sirvan o no, al menos nos ofrezcan una guía para dirigirnos en esta búsqueda.
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