En la madrugada del 14 de diciembre, el mundo presenció un eclipse total de Sol que, por desfortuna, no pudo apreciarse en México. Sin embargo, las transmisiones en vivo nos darán la oportunidad de verlo. Cabe recordar que este evento no volverá a suceder hasta 2048.
Cuando hablamos de eclipses, hablamos de eventos imperdibles. Sin embargo, cuando se trata de uno total de Sol, no sólo se trata de algo completamente extraordinario, sino de lo fascinante que es nuestro sistema solar, como nuestra propia existencia.
A pesar de que, por desgracia, estos eventos no se ven siempre en todo el mundo, por la simple cualidad de nuestro planeta (de ser redondo), el mundo de la tecnología también nos ofrece la opción de poder vivirlo de manera simultánea. Mientras tanto, recordemos lo que estos eventos han significado en nuestra historia como humanidad, desde las interrogantes que surgen a partir de ello, como de la ficción y demás espacios populares en los que se han explorado.
Desde siempre, los eventos astronómicos han sido un motivo más para emocionar a nuestros sentidos y curiosidades. Porque por encima de lo que la ciencia y la tecnología nos han demostrado actualmente, son nuestros instintos más primitivos los que se despiertan ante eventos de esta magnitud.
Es decir, entre la belleza y lo sublime que es ver a nuestros astros más cercanos danzar sobre sus órbitas, conjugando una danza entre la oscuridad y la luz, siempre será un digno recordatorio de lo diminutos que somos ante este misterio al que nombramos universo, o vida misma.
La carretera de pensamientos
La narrativa en la que hemos caminado como humanidad ha tenido tres carriles principales: el pensamiento científico, el mágico y el filosófico. Es decir, desde los albores de la existencia humana, la curiosidad por entender y aplicar lo aprendido sobre nuestra naturaleza, nos ha trasladado a este punto de la historia, en el que ya no sólo es un sueño pensar en cohetes espaciales y viajes a la Luna.
Igualmente, cientos de filosofías han suscitado el pensamiento ontológico, en donde miles de espirales infinitas nos llevan a preguntarnos el origen y el sentido de lo que, tal vez, no tenga sentido. Casi de la misma manera, el pensamiento mágico se unifica a este camino en el que nada puede comprobarse más que por intuiciones y creencias ancestrales.
Y más allá de irnos hacia los laberintos de las miles de religiones existentes, pensemos en la tendencia popular sobre la astrología. Esta rama, en días como este, adquiere un papel importante sobre los rituales y demás discursos energéticos que conlleva un eclipse, y demás fenómenos astrales.
No por nada, hoy en día la pregunta más frecuente que le hacemos a nuestras madres es sobre la hora de nuestro nacimiento, acompañada de la pregunta que le hacemos a nuestro buscador de internet preferido de nuestra carta astral. Es decir, entre tanta incertidumbre, es reconfortante aterrizar nuestra angustia en respuestas que nos llevan hacia las estrellas y la posición en la que se encontraban mientras inspiramos nuestro primer soplo de vida.
Cultura popular, de la ficción y acordes astronómicos
Así como la astronomía y los astros, en general, han inspirado diversos pensamientos científicos, filosóficos y hasta mágicos, también han aterrizado en el plano terrenal que nos inspira a soñar. En el mundo artístico y popular, la narrativa también ha tenido una influencia importante sobre lo que sucede arriba de nuestras cabezas.
Desde las obras más extensas y pesadas, pero no por eso menos fascinantes, hasta las canciones o caricaturas más livianas, la cultura ha permitido la entrada de estos eventos al mundo del entretenimiento.
Por eso, ahora haremos una breve lista de recomendaciones en donde, explícitamente, el artista o creador, se ha inspirado en los eclipses y variantes, para generar auténtico contenido.
The Eclipse: The Courtship of Sun and Moon, de Georges Méliès (1907)
El padre de la ciencia ficción filmó esta joya cinematográfica en 1907. Cuando en ese entonces apenas el cine era sólo una experimento con posibilidades de ser algo grande en el futuro. Influido por su interesante trabajo como ilusionista, el realizador francés construyó esta cinta como una comedia con toques de ciencia ficción y fantasía.
“Un astrónomo les enseña a sus alumnos qué es un eclipse horas antes de que se produzca. Cuando finalmente el evento ocurre, los estudiantes corren a la ventana a mirar asombrados el cielo. El profesor sube a su habitación para intentar captarlo con el telescopio y descubre algo inesperado: la Luna y el Sol tienen caras humanas. El cortejo romántico entre ambos empieza así”.
El hechizo de Aquila, de Richard Donner (1985)
Se trata de una cinta clásica dentro de la ciencia ficción. En ella vemos como un eclipse es parte sustancial de la trama debido a que, dentro de las reglas del filme, esta clase de eventos permiten que la noche y el día se desarrollen de manera simultánea y no sólo eso, pues también será utilizado para romper la maldición que mantiene separados a dos amantes.
Cat Stevens - “Moonshadow”
En el terreno de la música, esta canción nunca dejará de ser un clásico para esta clase de eventos.
The Waterboys - “The Whole Of The Moon”
Se trata de un tema que fue prácticamente considerado como un himno en las discotecas de los ochentas.
Descubre más entretenimiento sólo en Sanborns.