Cuando hablamos de la boyband surcoreana BTS, casi siempre lo hacemos en números. En los récords que han roto, la cantidad de fans que tienen en el mundo, y su poder de influencia al lanzar cualquier canción. Rompiendo los récords que ellos mismos marcaron, sólo teniendo como competencia a otras bandas de k-pop.

En este punto, algunos de los récords que sostenían The Beatles desde los noventas ya han sido superados por estos siete chicos, que desde su debut en 2013, parece que el único camino para que el que nacieron era hacia la estratósfera.

La industria musical es Corea del Sur es muy nueva, cuando muchas de las actuales celebridades coreanas iban naciendo, la industria comenzó. Recordemos que en los años ochenta el país asiático continuaba bajo el yugo de las dictaduras y los resabios de guerras e invasiones por Japón y China.

Así pues, si hablamos que Estados Unidos lleva explotando los beneficios de la comercialización de la música desde inicios de siglo XX, Corea del Sur sólo lleva 25 años en la jugada y ya está inmiscuyéndose en occidente sin que nadie quiera detenerlos. Incluso las Majors (tres compañías discográficas que lideran el mercado mundial de la industria musical) están buscando firmar a estos grupos, como Universal Music firmando a Blackpink con la label Interscope Records.

¿Qué hizo que la industria musical surcoreana explotara tan rápido y tan grande? Principalmente tres cosas, el apoyo incondicional del gobierno a esta industria, cada año el 1% de todo el PIB se va dirigido al rubro cultural; la necesidad oriental de modernidad, sobre todo de China, el segundo mercado más grande del mundo; y la forma en la que manejan a sus artistas el idol system.

El idol system, en resumen, es la forma en la que se crean y moldean a las celebridades que formarán parte de los grupos de chicos o chicas. Cada tanto se abren convocatorias en Corea, y más recientemente en toda Asia y otras partes del mundo, donde se seleccionan a sólo unos cuantos candidatos que presenten talento.

Después de ellos, casi como si de una fábrica se tratara, los niños, ya que la mayoría llega al programa cerca de los 15 años, son pulidos en todos los aspectos que podemos admirar en una banda de k-pop. Baile, canto y relaciones públicas, posiblemente esta es la que resalta más, ya que los hace conscientes del papel que van a tener en el mundo y totalmente responsables de ello.

Mientras permanecen en estas academias practicando horas y horas al día, no pueden tomar, fumar, hacerse operaciones plásticas, tatuajes, o siquiera tener contacto con el mundo exterior sin autorización, y esto incluye a la familia.

Es decir, por lo que entrenan hasta que debutan, unos seis años mínimo, son moldeados a santo y seña de las exigencias de los consumidores. 

Después de ser agrupados en bandas, cada uno toma un rol crucial, son prácticamente organismos autosuficientes. Ellos se ayudan a perfeccionar pasos de baile, canto, y solucionan las rencillas internas; incluso está el rol de “guapo” o “guapa”, es decir, la cara visual del grupo frente al mundo.

Pero en realidad este sólo es el principio del furor que causan estos grupos.

BTS debutó en 2013, pero fue formada en 2010, lo que implica que por tres años practicaron como grupo para poder demostrarle al CEO de Big Hit Entertainment que merecían tener una oportunidad. Este tiempo es el que muchas bandas occidentales duran vigentes para luego disolverse en el olvido.

Claro que con todo esto las empresas de entretenimiento coreanas disminuyen las pérdidas de dinero, ya que al debutar los grupos tienen que saldar una deuda por todo lo que la empresa ha invertido en ellos. Además de casi volver nulas las pérdidas por mal comportamiento.

Sea como sea, este sólo fue el principio de BTS, quienes en realidad tienen varias características únicas que han ayudado y consolidado su éxito. Y la primera es la absoluta ambigüedad sexual que cada uno de los siete chicos muestra, casi como padres de todos los soft boys que rondan Tik Tok; Jin, Suga, J-Hope, RM, Jimin, V y Jungkook, bien pueden vender rasuradoras o tintes de cabello color pastel, o rimel masculino.

Una tendencia que ya ha explotado en Corea del Sur, el maquillaje es para todos. No por nada, la mayoría de las grandes empresas de entretenimiento también son dueñas de líneas de maquillaje y otros productos, que sus idols venden sin más.

Así pues, unidos al boom de YouTube y que nacieron a la par de Psy y su “Gangnam Style”, parece que los astros se terminaron por unir, ya que el mayor éxito de BTS lo encontramos en la red social de Google.

Otro de las grandes características es que la propia discográfica que creó a BTS fomentó la organización de los fans, así es, las ARMY, “Adorable Representative M.C for Youth”, fue una creación de la propia empresa. Y si algo sorprende más que los bailes de los idols son sus fans, tan unidos y aguerridos que pueden tirar páginas completas. Todo esto nació de la mano de las redes sociales, por lo que no sorprende en lo más mínimo que el éxito de One Direction y BTS tengan el mismo punto de comparación.

Y posiblemente la característica de BTS que más sorprende, y que ha atraído a millones, es la narrativa e imagen que la disquera creó alrededor de ellos.

Mucha de esta narrativa e imagen creada por el estudio Lumpens, nos deja en claro que los chicos son una obra de arte, así de simple. La piel impoluta, el amor incondicional a los fans, la ambigüedad de género (e incluso sexual, como el shippeo más famoso de la banda “Vmin”), la perfección en sus pasos… En fin, su imagen es creada para idolatrar.

Por el lado de la narrativa, lo explicó Big Hit Entertainment para Billboard: “El relato conjunto está diseñado para representar a cada miembro del grupo en términos de realidad, pero también como narrativa ficcional.”

Ahora parece que sus videos surrealistas, su pelo pintado de colores tipo anime o videojuego, y su vestimenta que bien podría haber salido de algún cómic, no lo es simplemente porque es estético, responde directamente a una narrativa.

Que posiblemente entenderemos mejor si vemos la historia de fondo detrás de BT21, emoticones que fueron creados por los siete chicos que conforman BTS.

El conjunto de todo lo antes mencionado tiene como resultado su más reciente logro: el estreno en Youtube más grande en la historia. Cuatro millones estaban esperando a que se estrenara el video de “Dynamite”, el más reciente single de BTS y la primera canción completamente en inglés.

En tan sólo una hora alcanzó las 20 millones de vistas, y a 14 horas de su estreno, ya rebasó los 64 millones de reproducciones.

Los ARMY ya avisaron al mundo que lograrán que “Dynamite” sea el primer #1 de BTS en Billboard, desde hace semanas comenzó un movimiento para transmitir a tal grado la canción que pudieran agregar ese hito a su carrera.

Lo cierto es que es una pista brillante, llena de sonidos disco y un ritmo contagioso, con una letra que habla de King Kong hasta Lebron James, que después de presentarse en los VMAs, tiene todas las de ganar para ser la canción del verano. Posiblemente desde Psy no habíamos visto algo similar.

Sea como sea, este video lleno de colores pastel, escenarios irreales y muy estadounidenses, así como un gran fan service, nada le falta para ser un éxito.

Lo cierto es que no se la verán tan fácil, ya que la próxima semana, se estrena “Ice Cream”, la canción de Blackpink con Selena Gómez, la segunda canción de su primer álbum The Album, el cual será lanzado el 2 de octubre.

Y si te preguntabas quién sostenía el anterior récord de mayor cantidad de personas en un estreno, eran ellas; quienes de hecho ya están firmadas por una major estadounidense y han sido el único acto coreano en presentarse en Coachella.

Sea como sea, la batalla se lleva a cabo entre estos dos monstruos virales y llenos hasta la coronilla de trabajo; por unas semanas, no habrá competencia occidental que pueda darles lucha a estas dos bandas de k-pop.

¿Quién lo diría?

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