No hace tanto, los drones comenzaron a tener protagonismo en los cielos, y las historias de los ovnis y toda la mitología en la que nos gustaba creer en un escenario en el que por fin los extraterrestres nos encontraban simplemente comenzó a diluirse. Pero las cosas no se pusieron más aburridas, sino al contrario, la tecnología y sus avances cada vez se ponen más interesantes y la historia de los drones comienza a comprobarlo. 

Quizá piensas en drones y lo entiendes como algo meramente contemporáneo, pero la verdad es que este invento lleva poco más de cien años desarrollándose. Fue en 1907 cuando se construyó el primer dron por los inventores Jacques y Louis Bréguet. Claramente se trató de un dron que requería de cuatro personas para estabilizar su vuelo y apenas consiguió elevarse 60 centímetros, pero bueno, los inicios siempre son difíciles, sobre todo cuando se trata de desafiar la gravedad. 

Hoy en día este invento se ha convertido en el escenario futurista con el que los aficionados, escritores y científicos algún día soñaron. Pasaron de estar a manos de los cuarteles militares, para estar en las de los más techies (personas aficionadas a la tecnología). Desde selfies aéreas, hasta salvar vidas, han sido funciones destacables en los últimos años de estos artefactos. Incluso se ha hablado de la posibilidad de servir como medios de transporte para entregar productos (Amazon, UPS o Seur). Fue en 2013 cuando la afamada compañía de Amazon lanzó un video conceptual que mostraba el sueño de su fundador Jeff Bezos de un sistema de entrega basado en drones. 

Además, los drones han servido para el monitoreo del tránsito en las grandes y problemáticas ciudades, pero también se están desarrollando proyectos para el beneficio de la sociedad en cuestiones más serias, como grabar la escena de un crimen recién ejecutado, este último ya se está llevando a prueba en Kentucky, Estados Unidos. 

Las áreas de aprovechamiento para esta herramienta son demasiadas y la tecnología sigue poniendo a prueba cada una de ellas. Sin embargo, el espacio aéreo comenzó a ser un problema legal, en el que tuvieron que implementar regulaciones y permisos para evitar accidentes y posibles ataques terroristas. 

Mucho hemos oído hablar sobre la Inteligencia Artificial en los últimos años, y es que sin duda, es esta la que nos ha abierto un montón de puertas para la exploración de nuevas alternativas en diferentes áreas. En cuanto a los drones, será pieza clave para poder ofrecernos soluciones inmediatas a cualquier clase de problemas.

Al respecto se mencionan mucho los drones autónomos, como ya hemos visto la tecnología que pretende utilizar Elon Musk en un futuro con sus automóviles Tesla, y quien ha expresado que esta tecnología podría ser de gran utilidad para crear un servicio de transporte (al estilo Uber) sin necesidad de que exista un conductor humano. 

Claramente, uno de los principales retos y limitantes que hasta ahora pueden existir con este afán, es el gestionamiento del tráfico aéreo, por eso también se ha mencionado la creación de un cerebro de drones. Así es, un cerebro, pero ¿qué quiere decir esto? El proyecto del Grupo de Investigación Quercus de Ingeniería del Software de la Universidad de Extremadura está buscando la incorporación de este sistema, en el que, según Enrique Moguel, investigador, se podrían acoplar todos los drones para tener esta tecnología de la Inteligencia Artificial. Este supuesto cerebro consistiría en analizar los distintos parámetros mientras el dron se encuentra en un vuelo para que sepa tomar decisiones ante cada situación. 

Como sucede con todo progreso humano, la amenaza siempre está latente, y es que ahora también se ha manejado la idea del terrorismo y los drones como armas terroristas. Sobre todo por la aparente “facilidad” del anonimato del ataque y la infiltración de un cielo enemigo. A pesar de que esto tampoco es nada nuevo, la tecnología siempre ha sido el arma de doble filo que necesitamos para seguir explorando y conociendo territorios inexplorados por nuestra civilización. 

Si bien, el futuro parece llenarse de tecnologías autónomas, también son estas un posible riesgo, como cualquier avance tecnológico, para la humanidad desde distintos ángulos. 

Laura Nolan, en una entrevista para The Guardian, advirtió sobre ello diciendo lo siguiente:  

Es posible que ocurran accidentes a gran escala, porque estas cosas empezarán a comportarse de modos inesperados. Razón por la cual todo tipo de sistema avanzado de armamento debería estar sometido a un control humano significativo, de otro modo habría que prohibirlos porque son demasiado impredecibles y peligrosos.  

Más allá de los posibles tropiezos que pueda implicar esta tecnología, sin duda es una de las más esperadas para cambiar la forma en la que interactuamos con las cosas y en cómo nos comunicamos. Los drones han facilitado desde misiones militares, hasta producciones cinematográficas con un simple cameo que antes era inimaginable pensar. La democratización de la tecnología y su uso ha revolucionado la forma de pensar, más que el freno de mano o miedo que le metemos al no saber cómo reaccionar ante el cambio. 

Es momento de que te animes y comiences a ser el piloto que siempre quisite, consigue un dron aquí.