Sin duda, pocos actores tienen una cara tan conocida como Drew Barrymore, y es que su trabajo a finales de siglo dejó una marca en la cultura pop; esa época legendaria en la que Adam Sandler aún hacía buenas comedias, y Steven Spielberg se robaba los Premios Óscar.

Esas décadas no hubieran sido lo mismo sin la joven Barrymore, que para ese momento, era básicamente una sobreviviente de guerra, y aunque aún se la veía posando para Playboy, casándose con un bartender con más de diez años de diferencia y bailándole a presentadores de talk show.

Y es que si hablamos de una actriz infantil que las pasó negras sin siquiera haber llegado a una edad en la que la mayoría comienza en los malos pasos, esa es Drew. Una combinación nefasta entre dos padres ausentes y alcohólicos, y una niña que no puede lidiar con tanta fama, da por resultado el peor breakdown, a los 13 ya estaba en rehabilitación.

Después de que despegó a la fama con su adorable actuación en E.T. El extraterrestre, sólo se encontró con una madre que quería disfrutar de esa vida a toda costa, y una pequeña sin control o autoridad.

Con nueve años la pequeña Drew compartía copas con estrellas de la época como Rob Lowe, con diez fumó su primer porro y con doce consumía cocaína regularmente. Una de las anécdotas que mejor ilustran sus años locos es que con apenas siete se comía el helado con un chorrito de licor Baileys.

 Acudió a rehabilitación en varias ocasiones pero con 13 años, y contra su voluntad, su madre la ingresó en un centro para enfermos mentales durante año y medio después de haberse intentado suicidar.

“Cuando tomas drogas los problemas en la vida real te parecen tan grandes que crees que no puedes hacer nada, que sólo puedes escapar de ellos”, declaró en una entrevista en la televisión británica con una madurez impropia de una adolescente de 15 años.

Al salir de rehabilitación por consejo de los profesionales Barrymore pidió su emancipación legal de sus progenitores, y sin mucho trabajo los jueces lo aceptaron. Con tan sólo 15 años estaba recibiendo su segundo aire. Esto ocurrió a mediados de los 90, y pocos querían tener algo que ver con una actriz tan problemática, por lo que se ganaba la vida limpiando retretes y sirviendo tragos.

Pero esta mala suerte poco le duró, ya que puso su propia productora, Flower Films. Así fue cuando comenzó a producir las cintas que protagonizaba, como Never Been Kissed o Los Ángeles de Charlie.

Y aunque bien pudo seguir con el papel que interpretaba en su vida, el de la chica problemática y salvaje, el que salvó su carrera fue el de personajes adorables por su ingenuidad. Sin duda, un regreso a esa niña que todos recordamos en la cinta de su padrino Spielberg.

Después de tres matrimonios, dos hijas y una buena cantidad de cintas que marcaron la época de principios de siglo, Drew Barrymore ha decidido que sus hijas jamás serán actrices infantiles, ha incursionado en el mundo del maquillaje, de los vinos y ahora, con 45 años, se dispone a ser la competencia matutina de Oprah y Ellen, con su propio talk show.

 

 

 

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Una publicación compartida por Drew Barrymore (@drewbarrymore) el 30 de Jul de 2020 a las 10:27 PDT

Como primera promoción de The Drew Barrymore Show, nos encontramos con una pequeña Drew de siete años siendo entrevistada por una Drew de 45, quien le informa a la pequeña que tiene dos hijas casi de su edad.

Aunque no es la primera en entrevistarse a sí misma (nadie puede olvidar a Juanga entrevistando a Alberto Aguilera), por lo poco que le dice a la pequeña Drew sobre el show, parece ser que este no será un talk show en el que los conductores intentan molestar a las celebridades, o darles una terapia, sino tan simple (y complejo) como “celebrar la vida”.

Y sin duda, que el primer teaser del programa que se estrenará el 14 de septiembre en CBS, sea ella misma hablando con la pequeña que ya tomaba helado con alcohol, habla mucho de lo que plantea el programa. 

Tal vez nos estamos adelantando mucho, pero según Viacom, el show promete ser “optimista, brindar información, inspiración y entretenimiento a la audiencia diurna… celebrando cada parte de la humanidad en el camino”.

Por lo que sin duda, será interesante ver lo que Barrymore tiene para regalarnos en su show, al menos no faltará la comedia y esa sonrisa que iluminó los inicios de siglo.

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