La comida es alimento, goce y lujo. Nuestro país tiene una gran propuesta gastronómica. En cada rincón puedes encontrar un sinfín de restaurantes que ofrecen comida de todas partes del mundo, cocinada por chefs expertos, apasionados por su trabajo que no dudan en experimentar con la cocina para crear platos adictivos dignos de estar en algún museo.
El postre y los dulces es una parte esencial de la comida; a todos nos ha pasado que al terminar de comer, sin importar qué tan llenos pensemos estar, nos damos cuenta de que todavía nos queda un espacio vacío que solo puede ser llenado con un poco de azúcar que nos ofrezca ese algo necesario para aguantar el resto del día. Y aunque como en la cinta Matilda, de Danny DeVitto, alguien tenga que gritarnos “Bruce, Bruce, Bruce” para poder terminar el plato, no podemos evitar pedir el postre en cada lugar al que vamos.
Será el sereno, pero en México, con perdón de la expresión, somos bien dulceros. Enumerar los dulces mexicanos típicos nos daría una larga lista que bien podríamos clasificar por regiones, porque “los camotes son de Puebla, y de Morelia sus morelianas”, pero también se podrían clasificar por temporadas. El hábito de consumirlos se debe a que sus deliciosos sabores nos conquistan en cada bocado lleno de tradición y costumbres mexicanas.
Sin más preámbulos conozcamos algunos de estos deliciosos dulces:
Glorias
Envueltas en su típico papel celofán de color rojo, casi todos reconocemos lo que ese envoltorio esconde: una gloria, dulce originario de la ciudad de Linares, al sur del estado de Nuevo León. Son dulces elaborados con base en leche quemada, idea de Doña Natalia Medina Núñez, habitante de Linares, que se dedicaba a la producción de marquetas junto con su esposo en la década de los 30. El nombre de este dulce es incierto. Se dice que los propios consumidores del lugar lo nombraron así porque cuando los probaban “se sentían en la gloria”, otra versión indica que, al registrar el nombre de su producto, Doña Natalia pensó en su nieta Gloria. Por lo pronto te invitamos a disfrutarlos al igual que el extenso surtido de dulces que Sólo Sanborns tiene para ti.
Palanquetas
Las palanquetas, es uno de los dulces más famosos de México. Al mencionar el nombre de este dulce mexicano es común pensar en las elaboradas con cacahuates; sin embargo, también se elaboran con otros ingredientes como las semillas de calabaza o pepitas (a estas palanquetas también se les conoce como pepitorias), ajonjolí, nuez o en una combinación de ellas.
Borrachitos
Son hechos de harina, leche y están envinados. Tienen una cubierta de azúcar y nacieron gracias a las monjas que, en tiempos coloniales, realizaban dulces en sus conventos para obsequiar a sus benefactores como muestra de agradecimiento. Hago un paréntesis para mencionar el caso especial de las monjas, ya que en el siglo XVII y hasta el XIX, los conventos, en especial los de la zona central del país (Puebla, Michoacán, Querétaro y Estado de México), desarrollaron técnicas y platillos dulces y salados, gracias a que las monjas dedicaron una buena parte de su tiempo, conocimientos y sobre todo, inventiva, a elaborar platillos que ahora reconocemos como “típicamente mexicanos”.
Cacahuates garapiñados
La cubierta de este dulce se logra a partir de la inversión del azúcar, es decir, cuando esta se cristaliza, pero queda impregnada sobre el cacahuate. Para elaborarlo se requieren cacahuates pelados, azúcar y esencia de vainilla con los cuales se logra alcanzar una textura crocante. Y si la explicación no les es suficiente, saboreen su sabor. No hay palabras suficientes para describirlo.
Te invitamos a visitar todos los dulces antes mencionados y por supuesto de otros dulces típicos que sólo Sanborns tiene para ti.
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