Dime cómo duermes y te diré quién eres…

Vida y estilo Calendario 12 mar 2022 Paulina Martínez

Una vez que te lanzas a los brazos de Morfeo, el mundo y sus pesares desaparecen, o bueno, casi siempre. Cuando dormimos no siempre descansamos, y cuando esto nos sucede solemos cerrar los ojos para encontrarnos en un lugar todavía peor al de la realidad. Los factores que pueden afectar nuestros sueños son diversos, pero muchas veces todo radica en la postura en la que dormimos, y esto, más allá de hacernos descansar o no, revela mucho de nuestra personalidad. 

Es bien sabido que el lenguaje corporal expresa más que cualquier palabra, pero, ¿nuestro cuerpo se sigue expresando aún cuando está dormido? La respuesta es: por supuesto que sí. Tú puedes dormirte todos los días y tu cuerpo sigue hablando, es más, ¿sabías que los expertos calculan que un ser humano promedio invierte, por lo menos, un tercio de su vida durmiendo? Pero no porque tu mente haya viajado al inhóspito mundo de los sueños significa que tu cuerpo se ha evadido por completo, la máquina humana no para nunca, sólo hasta que decide dejar de existir, y cuando es así es para siempre, pero antes no. Antes de eso, el cuerpo sigue trabajando, aún cuando tú estás por allá en mundos extraños y realidades sin lógica. 

Todos dormimos de diversas formas según el día y nuestro cansancio, pero si observas con detenimiento notarás que hay una postura en específico con la que siempre consigues dormir mejor, y esa es la postura que más dice de ti. Los científicos han estudiado la forma en la que la gente suele dormir y han comprobado que existen seis posturas estándares: postura fetal, tronco, de añoranza, soldado, caída libre y estrella.

El Profesor Chris Idzikowski, director del Servicio de evaluación y asesoramiento del sueño en Reino Unido, asegura que “lo interesante es que el perfil detrás de la postura (en la que duermes) es a menudo muy diferente de lo que esperaríamos”. De acuerdo a una entrevista que realizó, el 41 por ciento de los participantes (de los 1,000 sujetos de estudio) duermen en postura fetal, mientras que solo el 5 por ciento duerme en la postura de estrella de mar

Cada una de estas posturas revela rasgos de nuestra personalidad, que no necesariamente se refieren a cómo nos ve el mundo, sino cómo es nuestra relación interna con él. A continuación entérate de cuál es la postura que mejor te define, y descubre si en verdad duermes y eres así. 

Postura Fetal 

Todos hemos conciliado el sueño en esta postura, pero quienes lo hacen con más constancia son personas muy sensibles. De acuerdo con el profesor Idzikowski, quienes duermen así intentan mostrarse fuertes al mundo, cuando en realidad son más sensibles y por ende vulnerables. 

En los primeros encuentros sociales suelen ser tímidos, seguramente una persona que acostumbra a soñar de esta forma nunca será alguien que inicié la conversación por sí misma, pero seguro que si a esta persona le hablan y comienza a sentirse en confianza se relaja y se dispone al diálogo. 

La posición, como lo dice su nombre, refiere a cuando todavía estábamos formándonos en el cómodo universo del vientre materno. Recoger las rodillas hacia el pecho, y encoger los codos hacia el vientre nos da una sensación de seguridad. Por lo general, según los expertos, esta posición se presenta en personalidades inseguras, sobre todo la clase de inseguridad que proyectan con “seguridad”, a pesar de la redundancia. 

Postura Tronco

Si duermes de lado, pero con las piernas y brazos estirados, duermes en la postura del tronco. Quienes acostumbran a dormir de esta manera suelen ser personas ciertamente sociables y a quienes les gusta pertenecer en más de un círculo social. Su cara con el mundo es de extremada confianza, incluso con personas que no conocen, pero también pueden ser bastantes naive

Las actividades multitudinarias, como festivales, conciertos o algún partido de futbol, pueden ser los lugares que más disfrute. Estas personalidades suelen ser muy transparentes. Incluso esta postura lo tiene casi todo, puesto que es una de las más cómodas y que permite el libre tránsito del sueño y el descanso del cuerpo, los médicos recomiendan mucho esta postura para las mujeres embarazadas. 

Postura de Añoranza

Esta postura consiste en dormir completamente de lado, con piernas estiradas y brazos estirados pero frente al rostro, como si estuvieras intentando alcanzar algo. Quienes duermen de esta forma, con mayor frecuencia, son personas abiertas, pero también pueden ser personas cínicas.

Los expertos también determinaron que son la clase de personalidad que tarda mucho en decidirse por algo, pero una vez que lo han hecho no hay vuelta atrás, o en otras palabras son personas determinantes. 

Son “soñadores”, meta y literalmente, quienes duermen así. Se distinguen por sus anhelos particulares. De acuerdo con el profesor Chris Idzikowski, “sienten un deseo o una necesidad de tomar o alcanzar algo en particular, y para ello suelen evaluar las ventajas y desventajas” que los llevará a lograrlo. 

Postura Soldado

Con la espalda bien plantada a la cama y los brazos a un lado tuyo, completamente estirados, esa es la postura del soldado. Si frecuentas tus citas con Morfeo de esta forma, eres una persona tranquila y callada. Aunque en el silencio también albergan expectativas tanto del resto como de ti mismo.

Son personalidades fuertes que prefieren pasar desapercibidos. Sin embargo, también son muy demandantes.  

Caída Libre

No, esta postura no trata de cuando te avientas a la cama después de un día pesado y sólo quieres olvidar que existes. Esta es de las posturas más incómodas por muchos motivos, pero también es una de las más comunes en las que varias personas encuentran el sueño como aliado. Esta postura más o menos boca abajo también consiste en abrazar la almohada. 

Quienes duermen así por lo general son personas temerarias, pero que también suelen ser nerviosas. Uno de sus principales retos es recibir críticas sin tomarlas personales y les causa estrés tener que resolver conflictos externos a ellos. 

Estrella de Mar

Panza arriba, piernas estiradas ligeramente hacia los extremos, y los brazos estirados a la altura de la almohada. En esta postura el lenguaje es completamente transparente, son personas dispuestas al diálogo y abiertas. Por lo general suelen ser buenos amigos, porque saben escuchar al otro y también se ofrecen a ayudar. 

También se identifica que estas personas suelen ser bastante empáticas, reflexivas, e incluso espirituales. 

Si logras dormir pleno y profundo, ninguna postura es mala para el cuerpo, aunque si duermes con el estómago hacia abajo y el rostro hacia un lado, quizá las molestias en la espalda sean más frecuentes en tu día a día. Sin embargo, el cuerpo habla por sí mismo siempre que busca llegar al reinado de los sueños. También sucede que según lo que estemos viviendo o lo que pase a nuestro alrededor, la postura en la que dormimos mejor puede cambiar. Presta atención y verifica qué es lo que te preocupa, o si es el caso, felicítate por poder descansar mejor. 

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