El concepto de un individuo implantando ideas en el subconsciente de otras personas es algo que no suena tan ilógico en la actualidad, pero cuando el realizador Christopher Nolan la presentó fue completamente revolucionario. La diferencia es que la tecnología está tan avanzada hoy en día, que saber que nuestros teléfonos móviles nos escuchan reduce un poco el impacto de esa idea hoy en día. 

Inception (El Origen) es la película que definió a Nolan como el hombre de los estrenos que se convierten en eventos cinematográficos. El gran éxito de esta película también se debe a que el director londinense no sigue las reglas del tiempo y el espacio en sus películas, a él le gusta que sus películas jueguen con la mente del público. Desde muy temprano en su carrera decidió que la mayoría de sus historias tendrían saltos en el tiempo que complicarían la trama y ofrecerían una sensación de desesperación por saber lo que está pasando. 

Para confirmar lo anterior recordemos Memento (2000), una película en la que Nolan relata la historia empezando por el final cronológico, para obligarnos a experimentar la frustración de su protagonista, que tiene una condición que le permite generar nuevos recuerdos, de cómo llegó hasta ahí. En Memento, una simple fotografía instantánea regresa a la cámara y una bala regresa al barril de la pistola, con eso Nolan nos hizo saber que no esperaba un viaje intenso en el que iba a ser imposible distinguir la realidad hasta no llegar al final, o al principio, una característica “nolaniana”.  

En este aspecto, Inception sigue un principio similar, esta no comienza por el final, pero, al igual que con Memento, el director se aseguró de que nunca pudiéramos distinguir la realidad de los sueños, y el final de la película es uno de los más grandes misterios en la historia del cine. 

A diez años de su estreno, se ha convertido en un enigma dentro de un enigma, y también en otro de los elementos que sustenta la visión de Nolan sobre el cine. Ahora se prepara para seguir con lo mismo, conservar completo hermetismo sobre la verdadera trama de su nueva cinta, titulada Tenet. Tanto así, que ni siquiera los propios actores entienden muy bien lo que hicieron en ella, y los adelantos tampoco permiten saberlo. No es la primera vez, pues ha sucedido lo mismo con sus películas anteriores. Incluso Michael Caine, quien aparece en la película, no tiene idea de lo que está sucediendo. La mayoría de las cosas que se han podido deducir sobre la cinta es que está ambientada en el mundo del espionaje internacional, sus personajes están trabajando para evitar algún tipo de evento catastrófico y aparentemente hay viajes en el tiempo.  

En enero, Warner Bros. lanzó el primer avance que logró no regalar nada mientras promocionaba su impresionante elenco, que incluye a John David Washington, Robert Pattinson, Elizabeth Debicki, Kenneth Branagh y Michael Caine. 

En cierta forma, la nueva cinta de Nolan posiblemente trate la manipulación del tiempo. Siendo así, no es extraño que los fans del director no hayan tardado en especular que Tenet es en realidad una secuela encubierta de Inception. 

La fecha de estreno de Tenet ha sido retrasada dos veces, y la especulación de que podría no mantener su actual fecha del 12 de agosto, no está claro. Medios de entretenimiento aseguran que actualmente Warner Bros. y Christopher Nolan tienen diferencias por la cinta, debido a que ambas partes quieren que la distribución de la película sea segura y oportuna, el debate principal es cómo estrenarla a la brevedad, lo que Nolan desea, dada la pandemia.

De esta forma, los dos filmes comparten aspectos comunes, aún es incierto si forman parte de una misma saga, lo que seguramente aumentará las ganas de verla de los fanáticos.