Cada 23 de abril se celebra el Día Internacional del Libro, un día simbólico para la literatura mundial ya que este día en 1616 fallecieron Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. 

Así como en esa fecha coincide la muerte o el nacimiento de otros prominentes autores, como Maurice Druon, Haldor K. Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.

Lo cierto es que es un día muy simbólico, ya que Cervantes en realidad falleció el 22 de abril, pero fue enterrado el 23 y como dictaba la costumbre, esa fue la fecha que se escribió en la carta de defunción. Por su lado, Shakespeare tampoco murió el 23 de abril, ya que Reino Unido no se regía por el calendario gregoriano en el que hay 10 días de diferencia, por lo que el dramaturgo murió el 3 de mayo de 1616.

Por eso, es un día simbólico, nada más y nada menos.

Sea como sea, y cuando se trata de ficciones, no podemos esperar veracidad al cien por cien, sino lo que suene mejor para la historia. Así pues, en este día inventado y convenido por el mundo, hablemos sobre el futuro de los libros.

Desde que el cine, la radio y la televisión fueron inventadas, se ha augurado el fin de los libros, lo curioso, es que cada año se ha aumentado cada vez más la demanda. Tampoco es un gremio que nada en dinero, pero lectores y compradores no han faltado.

Tan solo en 2020, se publicaron 2.2 millones de libros, y esos números no bajan. El crecimiento ha sido acelerado, de 100 títulos por millón de habitantes en 1950 a 167 en 2000 a unos 300 en 2020.

La demanda ha crecido exponencialmente, y aunque los medios para disfrutar de una historia escrita han aumentado, se ve lejos la desaparición del libro físico. Por el simple hecho de que es una tecnología fácil y anacrónica, mientras que los otros formatos con la aceleración de la tecnología, pronto quedan obsoletos.

No existe nada que hace 10 años funcionara que hoy en día siga siendo la mejor opción tecnológica.

En cambio, un libro físico es fácil de entender, es un formato que ha continuado por siglos y tal vez sólo vaya a cambiar en pos de darle al lector una inmersión tecnológica. Ya sea que se combinen con música, tacto, incluso con AR, no lo sabemos.

Lo que sí, es que el texto escrito es el inicio de todos los formatos actuales, desde audiolibros, adaptaciones audiovisuales, y ebooks. El inicio es una idea llevada a cabo en un idioma, construido por ideas y que cuentan una historia, por resumir un tema tan extenso como es la literatura.

En este sentido, hoy 23 de abril, Día Internacional del Libro, hay que festejarlo hundiéndonos en nuestra historia favorita, la forma segura de vivir realidades y perspectivas distintas a la nuestra.

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