La fiesta del Día de Acción de Gracias es una de las más emblemáticas en Estados Unidos, al igual que en Canadá, Liberia, algunas islas del Caribe y otras cuantas naciones. Es una celebración sincrética cuyos inicios no están 100% claros, que a la fecha también puede simbolizar posibilidades delante de la polarización o temas como la depredación del medio ambiente.

En sus orígenes, los nativos le agradecían a sus representaciones de deidades la bendición de la cosecha y las bondades del año anterior. En la evolución de la fiesta, podemos verla como una oportunidad para agradecer por la familia, la esperanza o las formas de soñar futuros virtuosos, sin aversión, apegos o ignorancia.

Esta conmemoración se lleva a cabo el segundo lunes de octubre en Canadá y el cuarto jueves de noviembre en los Estados Unidos (o sea, hoy) y antes que victoria armadas o futboleras, celebra elementos espirituales, sino es que, en un sentido amplio, la generosidad de la naturaleza.

Sin detenerme en los matices y circunstancias históricas, podemos abrazarla como una oportunidad de celebrar el amor, la hermandad y el respeto para, sin banalizar la historia, disfrutar cada momento. De esta manera elegimos una imagen idílica: los nativos americanos y los peregrinos sentados codo a codo en el s. XVII, compartiendo paz y generosidad en algún rincón de Nueva Inglaterra.

Para disfrutar de esta fiesta les dejamos una cena de películas que capturan el espíritu de la fecha.

Planes, Trains and Automobiles (1987), de John Hughes

Planes, Trains and Automobiles es uno de los clásicos de comedia definitivos de la fecha. El director John Hughes (The Breakfast Club, Ferris Bueller's Day Off) cuenta una historia de un empresario huraño (Steve Martin) desesperado por llegar a casa a tiempo para la cena de Acción de Gracias. En el trayecto termina atrapado con un menso de proporciones épicas (John Candy), en una carrera a campo traviesa, con humor slapstick, pero muy buen corazón.

Grumpy Old Men (1993), de Donald Petrie

Los increíbles Walter Matthau y Jack Lemmon interpretan a un par de viejos amargados que libran una batalla de una sola vez para el resto de sus vidas: compiten por el amor de Ann Margaret (Ariel Truax). Esta divertida comedia sucede en la tundra congelada de Minnesota y sobresale por la puesta en escena y el par de histriones que fluyen como la salsa gravy durante la cena de Acción de Gracias.

Hannah y sus hermanas (1986), de Woody Allen

Hannah y sus hermanas es una de las grandes películas del maestro Allen. Ganadora de tres premios Oscar y reconocida por el ingenio de su guion, esta comedia dramática cuenta las historias entrelazadas de una extensa familia en un periodo de 24 meses, que comienza y termina en las fiestas de Acción de Gracias.

Free Birds (2013), de Jimmy Hayward

Una película animada para toda la familia en donde dos pavos que no se llevan bien, deben unirse para viajar en el tiempo y evitar que la gente coma pavo en Acción de Gracias. Es una buena opción si pensamos en los sentimientos actuales de una importante fracción de la población.

Home for the Holidays (1995), de Mark Isham

La temida reunión familiar es el centro de esta película en la que una alegre Claudia (Holly Hunter) deberá reunirse y soportar las dinámicas familiares en la cena. La película se completa por un elenco de primera, que incluye a Anne Bancroft, Charles Durning, Robert Downing, Jr. y Claire Danes.

Vamos a chacotear:

Blood Rage (1987), de John Grissmer

Década de 1980. Las películas slasher estaban de moda tras el éxito del Halloween de John Carpenter. Dentro de la gama de copias y fusiles B de la saga del asesino Michael Myers, se estrenaron películas genéricas como Blood Rage. Se ambientó en Thanksgiving y narra la desquiciada historia de unos hermanos gemelos, el asesino y el inocente, interpretados ambos por Mark Soper.

Blood Freak (1972), de Steve Hawkes y Brad F. Grinter

Blood Freak es una cinta de terror que sigue a un drogadicto que trabaja en una granja de pavos y se expone a carne de pavo modificada genéticamente. El resultado lo transforma en un enloquecido guajolote humano mutante que alimenta su adicción con la sangre de otros drogadictos. Una tontería, chafisisísima pero excepcional para reproducir en la tele de la sala cuando se quiera correr a las visitas.

Poultrygeist: Night Of The Chicken Dead (2006), de Lloyd Kaufman (es decir, Mr. Troma)

Cambiamos el pavo por pollo… ¿la crisis? En esta infrapelícula vemos cómo en un poblado se desarolla una verbena/local de pollo frito encima de, claro, un antiguo cementerio indio. Eventualmente los ciudadanos deben enfrentarse a una intoxicación severa y a una armada de pollos zombis enojados, en medio de vómito falso, chisguetazos de cátsup y las mejores peores actuaciones que se imaginen.

ThanksKilling (2008), de Jordan Downey

ThanksKilling es casi un videohome donde un pavo malhablado –o marioneta de goma– realiza una matanza. Es intencionalmente vulgar y, si te gusta, querrás ver su secuela: ThanksKilling 3, en la cual este pelado guajolote profundiza en sus impulsos asesinos, mientras sus amigos buscan recuperar la última copia existente de "ThanksKilling 2".

 Imagen principal: Adobe Stock.

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