Veintiún días para acostumbrarnos y convertir una actividad en un hábito, veintiún gramos es lo que en teoría pesa el alma, veintiún órganos son los que tenemos en nuestro cuerpo humano. Día veintiuno, del año veintiuno, del siglo veintiuno, ¿qué pasará cuando el reloj marque las 21 horas, con 21 minutos y 21 segundos?
Mientras los mantos catastróficos desnudan al mundo, la espera para encontrarnos con la magia que nos ha dibujado la curiosidad y el entusiasmo por darnos respuestas, desde los campos astrológicos, teológicos, filosóficos y hasta científicos, hace que las coincidencias siempre sean dignas de asombro.
Sincronicidad es una palabra que muy pocas veces tiene un sentido literal, y es que más allá de un encuentro entre amantes y los escenarios que podamos imaginarnos con ello, veámoslo desde el punto de vista de Carl Jung (médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, 1875 - 1961) quien lo definía como “la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera acausal”.
Ahora en español, se refería a la coincidencia temporal de dos o más eventos, que guardan relación entre sí, pero que no son uno causa del otro, sino que su relación es de contenido. El día de hoy es un ejemplo, sobre todo si nos obsesionamos a llevarlo hasta que el reloj marque 21:21.21
Como lo ha demostrado nuestra historia, el pensamiento mágico siempre persigue estos momentos, en los que queremos encontrarle un sentido a tal sincronicidad. Desde momentos en los que parte de la humanidad aseguraba que el último día del año 1999 sería el fin del mundo, porque suponían que las computadoras se rebelarían contra nosotros y entonces habría un colapso que coqueteaba con nuestra extinción.
Ya vimos que no fue así. Sin embargo, en definitiva sí terminó algo, pero no fue otra cosa más que un siglo. Ahora, en pleno siglo XXI, estas cosmovisiones siguen conviviendo en nuestra vida diaria. Sobre todo ahora, que la astrología retomó su camino de popularidad, para que la pregunta sobre nuestra fecha y hora de nacimiento se volviera una de las preguntas más usadas entre las generaciones más jóvenes (y quizá las que no tanto).
Asimismo, las aficiones numéricas no se han quedado atrás, y quienes las comparten están por vivir un momento histórico en sus vidas. Sobre esta misma línea, son muchas las mentes que relacionan el hecho de ver dos números repetidos en un reloj a algún significado concreto.
Por ejemplo, algo que está por suceder en su vida. Así, según la numerología ver las 2:22 en el reloj o fijarte en una matrícula que contiene el número 222 significa que estás en el momento y lugar correcto, o ver las 4:44 horas se relaciona con la protección del Universo. Incluso la clásica frase, “son las 11:11, pide un deseo”.
Es decir, también somos esto, la especie que busca respuesta a través de las coincidencias. Pensemos en una película, quizá no tan popular, pero que si te atrae todo este tema seguro te gustará, se trata de I Origins (2014), de Mike Cahill.
Más allá de la trama de la película, hay un momento clave en el que el protagonista (un científico escéptico a estas cuestiones, por cierto) cae en cuenta que el número 11 comienza a aparecer repetidamente en un mismo instante, lo que lo lleva a seguirlo y de ahí que comienza la historia, en la que coincide con los ojos que le cambiaron la vida.
Sean cuales sean nuestras creencias o supersticiones, es un hecho que estos temas atraen de diversas maneras. Pues siempre tendremos a nuestro niño interior esperando lo imposible, y siempre estará buscando esa magia de la que tanto se nos ha hablado en distintos lenguajes y símbolos.
Por eso, no está de más esperar a que caiga la noche, cuando serán las 21:21 horas del día 21 en el año 21 del siglo 21 (XXI). Como era de esperarse, esto comenzó a dispararse entre las redes sociales, creando así una conversación en la que un sinfín de teorías o significados ya salieron a la luz.
Ya sea por sumarte a los hashtags y likes, a la tendencia de la conversación, a la superstición detrás o simplemente por la mera curiosidad científica (que siempre está detrás de todo esto), valdrá la pena prepararse para inmortalizar este momento. Prepara tu cámara o tu smartphone junto a un reloj digital y un calendario para poder retratar al número 21 en su máximo esplendor, juega con los encuadres y encuentra tu propio significado.
También cabe mencionar que ver las 21:21 horas en tu reloj tiene ya un significado propio. Es lo que se conoce como "número espejo", al estar duplicado, y se considera la hora del éxito. Se relaciona con que cosas maravillosas están por suceder.
Muchos ya lo relacionan, sobre todo en nuestro contexto pandémico, como una señal de que los buenos tiempos aún pueden regresar, mientras que otros también aplican las matemáticas, y apuntan a que sumar esta fecha da un total de nueve.
Dentro de este campo de pensamientos, el número 9 es el signo de los ideales, creatividad y bondad (apegado a la constelación de Sagitario). Casualmente hoy es jueves (Júpiter). Con estos datos, algunos concluyen que hoy es un buen día para trabajar con esta energía, pues parece que nuestra mente y espíritu se lograrán conectar para la creación de nuevas realidades. Así que si tienes proyectos pendientes, es el momento para aterrizarlos.
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