A The Whitest Boy Alive se le recuerda como uno de los proyectos de indie-pop más queridos de mediados de los años 2000 gracias a su delicado sonido y a canciones como “Burning”, “Golden Cage” o “Intentions”. 

La banda destacó por sus delicadas melodías de guitarra mucho antes de que conociéramos la existencia de Real Estate o Mac DeMarco, así como por sus composiciones y ritmos de inspiración jazzy y por lo meticuloso de sus producciones. La estética de sus sencillas portadas animadas con fondo blanco y trazo negro reflejaba el espíritu minimalista y adorable pero cargado de significado de su sonido. The Whitest Boy Alive era la típica banda que sin ser masiva alcanzaba un considerable culto de fans que adoraban cada uno de sus pasos.  

Descubrimos su estilo indie-folk, con arpegios de guitarra dulces y melodías románticas en su álbum debut en el 2006 bajo el título de Dreams (2006). Rápido se enamoraron de Latinoamérica y decidieron instalar un estudio en Playa de Burros, en Nayarit, México, para grabar su segundo LP, el cual llegó a finales del 2009 bajo el título de Rules (2009). Para el año 2014 mediante un mensaje en su cuenta oficial de Facebook, anunciaban su final, “hemos dejado de componer y tocar juntos, como The Whitest Boy Alive”, así, sin ofrecer una explicación a sus seguidores. 

Para fortuna de sus seguidores, la agrupación volvió desde el año pasado, cuando comenzaron a tocar nuevamente de manera discreta. Tocaron en Chile y Argentina el año pasado, y próximamente se presentarán con dos fechas en nuestro país (Festival Pal’ Norte 2020 en Monterrey y el Festival Vaivén en Jardines de México, Cuernavaca).  

Aun cuando se sabía que la banda pronto nos daría la sorpresa con nuevo material, de la nada, The Whitest Boy Alive lanzó una nueva canción llamada "Serious", su primera en más de una década. Pero antes de estrenar la canción, el líder de la banda, el músico noruego Erlend Øye, se dio una escapada por las instalaciones de La Roma Records en la colonia Roma de la CDMX, para dar un show callejero para unos cuantos afortunados. Erlend se sentó en la banqueta afuera del establecimiento y se puso a cantar para quien iba pasando por el lugar, en el que con una guitarra acústica tocó algunas de las rolas más importantes de The Whitest Boy Alive y de paso aprovechó para presentar este nuevo sencillo. Esta presentación fue tan secreta e improvisada que ni siquiera el resto de los integrantes de la agrupación se enteraron. Nos queda claro que a Erlend y compañía les encanta mantener secretos y sorprender a sus seguidores con cualquier asunto relacionado a su trabajo.

Es momento de enfocarnos en el nuevo sencillo, el cual es una canción tersa, si se le puede llamar así, con un aire relajado donde no podía faltar el piano electrónico que identifica a The Whitest Boy Alive, aunque no tiene un ritmo exactamente hecho para bailar, si te provoca mover los pies y la cabeza, en donde Erlend Øye y compañía continúan explorando su fórmula como si no hubiera pasado el tiempo. ¿Habrá disco en camino? 

Te mostramos el video a continuación: