El home office y la escuela en línea no ha sido fácil para casi nadie, tal vez sólo para los que ya trabajaban y estudiaban en casa desde antes de la pandemia, pero lo cierto es que un gran porcentaje no había descubierto ese hábito. Ahora, sabemos que ya casi cumplimos nueve meses en esta nueva forma de vida quienes tenemos la oportunidad de trabajar así, por lo que muchos podrían asegurar que ya deberíamos estar acostumbrados porque ya pasaron los “20 días en que se crea un hábito”.

Tal vez es cierto, pero también es que toda nuestra vida nos han enseñado que ciertos lugares son para ciertas actividades, íbamos a estudiar en una escuela, íbamos a ver una película al cine… No sé cuántos años tenga cada uno de los lectores, pero les aseguro que llevamos mucho más tiempo viviendo en contextos que con una pandemia.

Por lo que no es tan simple, tal vez ya no nos sentimos tan mal todo el tiempo, pero no significa que tengamos el mismo nivel de concentración o productividad que cuando íbamos a una escuela o una oficina. 

Menos aún si al no tener idea de cómo sobrellevar esto, nos hemos llenado de pequeños malos hábitos que terminan por definir nuestro día. Tan simple como procrastinar más porque no hay un jefe a lado de ti, tal vez levantarte tarde y sólo tomar la computadora para trabajar sin haber comenzado tu día, o del otro lado, trabajar aún más tiempo que antes.

Es decir, no es fácil y está bien que no lo sea, nadie sabía cómo actuar frente a una situación de este tipo. 

En el mundo hay millones de formas de trabajo, y si te has encontrado en la compartida situación de que tu rendimiento ha bajado o que has estado trabajando más sin realmente avanzar, aquí te vamos a recomendar otra técnica para aumentar tu productividad.

La técnica pomodoro data de la década de 1980, cuando Frances Cirillo la creó buscando la optimización del tiempo y la eficacia en bloques pequeños de tiempo, 25 minutos de concentración continua a una sola tarea.

En realidad esta técnica es muy fácil (en teoría, como todo), la cual consiste en sólo seis pasos:

1. Elige una tarea para completar.
2. Ajusta un temporizador a 25 minutos.
3. Trabaja en la tarea hasta que pasen los 25 minutos.
4. Toma un pequeño descanso de cinco minutos (esto indica la conclusión de un "pomodoro").
5. Repite los pasos del 1 al 4.
6. Después de cada cuatro pomodoros, toma un descanso más extenso, de unos 20 minutos o más. 

¿Por qué un pomodoro? Porque Cirillo hizo esta técnica con un temporizador de tomate que tenía en casa, un “pomodoro” en italiano, y al final se quedó como el nombre para cada ciclo que completas.

Ahora, ¿por qué funciona esta técnica? Para empezar focalizarnos en una sola tarea hace más fácil que toda nuestra energía mental se vaya a un solo lugar, e indudablemente no nos sentimos agobiados. De igual forma, es más fácil que nuestro cerebro encuentre mucha más facilidad para terminar una tarea en un tiempo “corto”, sabiendo que después hay un descanso y límite.

Solemos perder una cantidad excesiva de tiempo procrastinando, pensando en por qué no queremos hacer algo, o siendo muy perfeccionistas. Por lo que la única forma de dejar estos juegos mentales es empezar.

Claro que al inicio no será simple, porque no es que estemos tan acostumbrados a esta forma de trabajo, ya que muchas veces creemos que entre más tiempo pasemos es mejor, cuando esto poco a poco va disminuyendo nuestra productividad, nos hace sentirnos más cansados, hartos y agobiados.

No es imposible pero no es fácil poner toda nuestra atención en una sola cosa, ya que vivimos en la era del multitasking, en la que nuestros gadgets pueden hacer todo al mismo tiempo y obtener resultados rápidos. El problema es que no somos máquinas, y si distribuimos nuestra energía mental en más de una tarea, sólo vamos a sentir que no terminamos.

Los expertos dicen que con esta técnica es posible que acortes el tiempo de tu trabajo a la mitad, pero claro, después de crear un hábito y puedas perfeccionarlo según tus propias características. Tal vez tú necesites un premio más contundente que sólo descansar. 

Sea como sea, después de ver que terminas el trabajo a tiempo, que no estás otro fin de semana acabando aquello que no pudiste terminar, o simplemente más liviano y tranquilo con tu trabajo, ya verás cómo te sentirás mucho mejor a la larga.

Tal vez no busques ser más productivo, pero sin duda, un poco de más tiempo libre en tranquilidad a nadie se le dice que no.

 
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