Un 23 de junio, pero de 1996, llegó al mercado japonés el artefacto que cambió a una generación entera, para después apoderarse de la morriña de toda una época alrededor del mundo. Hablamos del Nintendo 64, quien no llegó solo al planeta, pues nadie más ni nadie menos que el carismático y entrañable Super Mario 64 lo acompañó en su aterrizaje a nuestro tiempo. 

Desde entonces, con más de 32,93 millones de unidades vendidas, se convirtió en una de las consolas más populares y añorables de la historia de nuestra humanidad. Hoy, después de 25 años, todavía anhelamos con hacernos de una consola como esa. Porque por mucho que la tecnología ofrezca maravillas actualmente y el mundo gamer se haya convertido en una de las industrias más desafiantes en el mercado, nunca habrá cómo equiparar la nostalgia que habita en los cartuchos de cada juego.

Aunque hoy cumple 25 años en el mercado, su desarrollo empezó hace 28 años, en 1993. Todo empezó por parte de Project Reality con la colaboración de Silicon Graphics, Inc. (SGI), compañía líder en visualización gráfica y supercomputación, misma que creó los componentes principales de lo que ahora fue el Nintendo 64 Reality Immersion Technology. 

El diseño estuvo listo para 1995, incluso tuvo su primera presentación el 24 de noviembre del mismo año, en la séptima feria comercial anual de Shoshinkai de Nintendo. Sin embargo, su lanzamiento se retrasó hasta 1996. 

Su nombre viene de la unidad de procesamiento de 64 bits, y fue la última consola doméstica de Nintendo en utilizar cartuchos como formato único de almacenamiento, hasta la Nintendo Switch de 2017. Cuando llegó al mercado, en 1996, sus principales rivales eran la PlayStation de Sony y SEGA Saturn de SEGA, pero no cabe duda que la enemistad no tuvo tiempo de crecer y cada una partió para su propio despegue y éxito. 

En tan sólo sus primeros tres día de aparición, el Nintendo 64 alcanzó a vender 350 mil de las 500 mil unidades que había disponibles. Incluso se rumora que gente peleó por ellas en las tiendas, se convirtió en una locura desde el primer momento de su llegada, hasta el día de hoy en la que la estética y nostalgia vintage nos tiene encapsulados en esta constante espiral de eternos retornos. 

Nintendo 64 llegó junto con Super Mario 64, pero tampoco podemos dejar de un lado al clásico Pilotwings 64 y Saikyō Habu Shōgi (exclusivo para Japón) que acompañaron el lanzamiento. 

Quizá todavía no existan máquinas del tiempo, pero sin duda, el Nintendo 64 es una especie de máquina temporal que nos hace viajar en el tiempo a través de sus gráficas de antaño y su estética tosca, pero juguetona. 

Viajar en el tiempo nunca tuvo tanto sentido como cuando nos damos cuenta que han pasado 25 años de su lanzamiento y todavía nos emocionamos como cuando éramos apenas unos niños o adolescentes que se reunían entre amigos para pasar una tarde con Super Mario y sus amigos. 

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