Estamos en un momento en el que las olas de preguntas están revoloteando por los aires a manera de luchas y resistencias sociales. No hay nada más enriquecedor para el descubrimiento de un entorno que cuestionarlo, y mejor aún cuando se trata del autodescubrimiento para voltear esas preguntas hacia nosotros mismos.

¿Qué significa ser hombre en este momento en México? Las respuestas pueden ser diversas, según tu entorno y las preguntas que te hayas hecho a ti mismo. Muchos chistes se han enfocado en englobar, en este afán de aventar lo opuesto o lo que no encaja con “nuestros parámetros”, a la masculinidad como frágil, pero lo cierto es que no existe una sola masculinidad, sino varias. 

Son tiempos perfectos para cuestionarnos de nosotros y de todo. El mundo lo pide a gritos. Ser masculino y ser hombre no es lo mismo y Stuber supo retratarlo de la mejor manera. La comedia como género nace para incomodarnos desde un lugar seguro, las risas nos hacen creer que tenemos todo bajo control. 

Antes que nada, aclaremos que las masculinidades no son necesariamente negativas, o no todas, pues, lo que afecta la equidad que tanto exigimos en las luchas feministas son las perspectivas y la falta de empatía. El mundo actual demanda paz y equidad para que cada quien sea libre de ser sin oprimir al otro, ya sea hombre, mujer, no binario, etc. 

Bajo la temática de calificar los servicios que obtenemos, en un parámetro de cero a una estrella, la película de Michael Dowse fue calificando la reivindicación de las masculinidades de sus personajes principales, Stu (Kumal Nanjiani) y el detective Vic (Dave Bautista, reconocido por sus más recientes apariciones en Los Guardianes de la Galaxia como Drax el destructor).

Vic es un detective de policía que ha vivido durante seis meses en el recuerdo de ver cómo asesinaron a su compañera, esto lo lleva a obsesionarse con el caso y deja de un lado a su hija. Stu es un conductor de Uber en sus medios tiempos y trabajador en una tienda deportiva en la otra mitad del tiempo, y tiene una relación platónica con la que a él llama mejor amiga. 

Los personajes coinciden y llegan al punto de no retorno después de que Vic secuestra a Stu para que lo ayude a resolver el caso que tanto lo tenía obsesionado. Conforme avanza la historia, Stu marca su línea entre él y Vic y le hace cuestionarse sobre sus actitudes violentas hacia la vida. 

Stu le hace ver a Vic que los padres que te abandonaban a la mitad del desierto no estaban dándote lecciones sobre virilidad, sino que en realidad era una cuestión de abuso infantil. A lo largo de la trama, en la que no pararás de reírte, porque vaya que Dowse manejó un humor realmente reconfortante en el que debes cuidar tus palomitas para no tirarlas, irás reconociendo actitudes en ti y tu entorno, que incluso a ti te incomodan. 

Justo ahora que el feminismo se ha reforzado en un discurso masivo, no puedes hacerte de la vista gorda. El sistema sigue estando atascado en una estructura opresora para diversos grupos que han sido altamente marginados y vulnerables durante décadas, pero las cosas están cambiando de perspectiva y es gratificante verlo reflejado en una película de comedia. 

Al mero estilo de película hollywoodense, Stuber te hará reír y estar bien atento a la pantalla con sus escenas de acción muy bien producidas. Esta cinta no deja de ser ligera para pasar una tarde en la que no quieres clavarte en una trama complicada. Sin embargo, ¿qué mejor momento para reflexionar que mientras reímos?