El ser humano siempre ha especulado sobre el futuro y cuando nos acercamos al año 2000 había preocupaciones y se hablaba mucho: que si las computadoras fallarían, que prácticamente nos visitarían los jinetes apocalípticos o, peor aún, que el mundo como lo conocíamos dejaría de existir. El hecho es que a partir de ese cambio de milenio una nueva oleada de bandas y propuestas musicales comenzarían a surgir para colocarse hasta la actualidad dentro del gusto del público.
Una de esas bandas era la liderada por Julian Casablancas, The Strokes, que nos sorprendió en el año 2001 con su álbum debut titulado Is This It, una forma muy particular de darse a conocer al mundo entero. ¿Quién no recuerda los sencillos que se desprendieron de este disco como: “Hard to Explain”, “Last Nite” y “Someday”? Incluso la portada causó gran controversia por ser demasiada explícita, sexualmente hablando, aunque no era explícita sino sugerente y cada quien ve lo que quiere ver.
Ahora la agrupación es leyenda ya que The Strokes fue una banda muy famosa. Muy rápido se divirtieron, hasta que el jajajá se acabó y pisaron el freno en 2007, entrando en una fase de intermitente que, 11 años más tarde, no muestra signos de terminar. No están separados, pero tampoco han sido una banda especialmente activa, menos desde que cumplieron su contrato con RCA Records al editar el disco Comedown Machine de 2013.
Suficiente con The Strokes y más porque hoy Casablancas prefiere hablar de su banda The Voidz, la impredecible agrupación que se ha vuelto el equivalente musical a un grafiti de neón en quién sabe qué callejón de Nueva York. The Voidz (previamente Julian Casablancas + The Voidz, un cambio de nombre incluyente para nuestros tiempos políticamente correctos), se ha expandido más allá de los límites creativos y ahora el líder de The Strokes parece estar muy a gusto con su trabajo. El sonido es más irreconocible y experimental que el de su banda anterior. Casablancas así ha intentado desmarcarse de la popularidad de su primera banda y de la reciente oleada de nostalgia frente a los días cuando el indie dominaba la radio.
Es así que Casablancas se ha mantenido en el gusto del público, que gracias a su inventiva y divertida arrogancia en el escenario, ha sabido transmitir lo que realmente es el rock.
Luego de su participación en el Festival Coordenada de Guadalajara 2018, The Voidz regresa a la Ciudad de México como parte del Festical Corona Capital 2019.
Pisarán el escenario el próximo 17 de noviembre.
La belleza de The Voidz radica en el caos y lo impredecible que cada canción puede ser. Podría decirse que cada una parece ser hecha por diferentes bandas que comparten un mismo vocalista. Pero esto no es tan malo como suena, al contrario, le permite a The Voidz experimentar con un sinfín de estilos. Con el lanzamiento de su segundo álbum, Virtue, The Voidz nos ha acostumbrado al caos y al desorden que Julian nos intentó mostrar en los últimos discos de The Strokes y que no logró hasta ahora, quizá sea porque en esta ocasión ya no esperamos que suene a “Last Nite” o “You Only Live Once”. Es momento de dejarnos llevar por lo políticamente oscuro y desafiante que propone The Voidz. Si ha logrado quitarse la sombra de The Strokes o no es otra discusión. Lo que resulta evidente es que ha conseguido algo más que llamar la atención por ser un proyecto paralelo.