A nada de que el año termine, diciembre ha arrasado en muchos sentidos con nuestras energías y dinámicas de la vida. Es el mes en el que todos solemos deschongarnos y soltar un poco el peso de la cotidianidad diaria que llevamos cargando todo el año.
En este sentido, muchos apenas llegamos a la recta final de este año con las pocas motivaciones que no se nos cayeron a lo largo de un año más de pandemia. El mundo no se detuvo, pero se sintió como que el 2020 lo hizo, por lo que todo este 2021 nos abatimos por el vértigo de las sensaciones en las que la angustia e incertidumbre nos agitaron más de la cuenta.
El Fin de Año llega con promesas y nostalgia, el ambiente se embriaga de euforia, sin dejar de colorear el cielo con un toque nostálgico en el que la recapitulación de lo vivido nos invade como una película en cámara lenta o rápida, perdimos a personas, pero también recuperamos vínculos. ¿Quiénes fuimos al inicio de este año y quiénes somos ahora al final?
¿Estamos parados en el mismo lugar? ¿Qué metas o sueños perdimos y cuáles aún sostenemos? Estas fechas no sólo son un pretexto para reunirnos con nuestros seres queridos y comer una deliciosa cena, también son un buen punto de partida para regresar y habitar el interior con nuevas reflexiones y aprendizajes.
Asimismo, la motivación es la esencia principal que nos ayuda a regenerar nuestra cotidianidad desde una nueva perspectiva y frescura en nuestras intenciones. Muchas veces nuestras motivaciones quedan arrojadas en la esquina porque la pereza, distracción y demás, se interponen en su camino. Uno puede iniciar el día con una motivación bien clara y presente, pero irla perdiendo durante el transcurso del día, y así con el tiempo.
¿Qué sucede cuando perdemos la motivación y no la encontramos por más que pongamos de cabeza la habitación de nuestro pecho? Los profesionales de la salud mental han dado puntos claves para recuperarla.
Direcciona tu perspectiva
La clásica narrativa contemporánea nos habla mucho sobre el arte de “manifestar” lo que deseamos. Los expertos de la salud toman esto desde un cambio de enfoque, que es siempre útil. Cambiar el chip de nuestro cerebro para reiniciar y ser gentiles con nosotros mismos.
Fija tus objetivos: crea una rutina e incluye el ejercicio
Es importante tener claridad de lo que se quiere lograr, en este sentido planea y crea una rutina que te ayude a cambiar tus hábitos y redireccionar hacia tus objetivos. Igualmente, incluye ejercicio físico. Ejercitarnos nos ayuda a ver el mundo menos opaco y con mucha más claridad, esto también nos regresa a la vida de un jalón y nos inspira.
Identifica tu red de apoyo
Es importante tener bien claro quiénes son nuestra red de apoyo, es indispensable que nuestra familia y nuestros amigos estén ahí para nosotros. Estas personas se convierten en nuestra ancla cuando sentimos que todo es muy opaco y muy solitario.
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