Mientras los propósitos de año nuevo, que sellamos con 12 uvas el pasado 31 de diciembre, se desvanecen uno a uno, como los personajes de la penúltima cinta de Avengers, los seis meses restantes del 2020 aún nos sostienen la mano para no dar por perdido todo. Dentro de los múltiples ajustes que ha tenido el mundo y su cotidianidad, a causa de la pandemia, son las aerolíneas y el turismo, en general, quienes más se han dado de topes contra la pared de las imposibilidades y los altos riesgos que ha significado cerrar sus puertas al público.
Sin pensar en temas futuristas, porque bueno, el 2020 ya ha traído toda una ola de sorpresas casi sacadas de múltiples novelas distópicas, mejor pensemos en lo que significará para el turismo en general, regresar a la normalidad. Porque si algo nos ha quedado claro, es que la normalidad nunca volverá a ser como antes, sino más que una configuración del mundo como lo conocíamos a un mundo después del cubrebocas y sanitizantes por todas partes.
¿Cómo serán nuestros futuros viajes, después de que la pandemia se haya neutralizado? Más allá de pensar en que las fronteras se reabrirán y con ellas el turismos se reactivará, hablemos de los cambios significativos que habrá. Los protocolos de seguridad se han ido reforzando con el tiempo, sobre todo después del 11/09, pero parece que ahora no sólo será relevante no portar armas, u objetos sospechosos, sino que viajes en completa salud.
Para empezar, los primeros viajes post contingencia están sucediendo entre zonas cercanas, como una opción a reducir el posible contagio. Además, esto está provocando que se trate de un turismo más local y más austero. Incluso, se habla de que la tendencia será, más que nunca, optar por opciones de turismo sustentable.
Una vez que el semáforo dé luz verde hacia una vida cercana a la antigua normalidad, el turismo se estará enfrentando a reconocer nuevas áreas de oportunidad para seguir de pie, y seguir siendo una opción que no involucre riesgos tan altos, como el de una pandemia. Es por eso que el cambio será gradual, comenzando con un turismo local, regional, para después hablar de un turismo nacional e internacional.
Mientras el mundo se compone, aún nos quedan seis meses del año, ya veremos si nos darán la mano o traerán algún Godzilla bajo la manga (por si acaso, mejor toquemos madera). Lo que sí, es que será mejor irnos quitando la idea de la cabeza de regresar a eventos multitudinarios en un largo rato. Porque así como los bares y antros tardarán un tiempo en ser lo que eran, los viajes también, por eso se ha recomendado que el turismo del futuro próximo comience por ser local y no sólo geográficamente, sino también refiriéndose a nuestras familias y gente cercana.
Todo llevará tiempo y no, no te asustes, aún tienes la oportunidad de conocer el mundo y sus magníficos lugares. Sin embargo, quizá tengas que esperar, por lo menos, un par de años para volver a pedirle a las uvas de año nuevo algún viaje en alguna excéntrica ciudad.