Pocos actores y directores han dejado una huella tan imborrable para la cinematografía que incluso su figura y legado llega a ser una especie de sinónimo para definir con una sola imagen al cine. Clint Eastwood entra por derecho propio en esta categoría gracias a una serie de personajes emblemáticos del western, un género que apasiona a generaciones de espectadores y que en algún momento llevó a la industria hollywoodense y extranjera (principalmente en Italia con el spaghetti western) a su máximo esplendor. 

Con tan solo su nombre en el cartel, este hombre alto, delgado, de cara angulosa, mirada enigmática y temple de acero era garantía de éxito, características que supieron aprovechar muy bien Don Siegel y Sergio Leone, los directores que le dieron a Eastwood sus papeles más memorables como son El Hombre sin Nombre de la Trilogía del Dólar (Por un Puñado de Dólares, Por unos Dólares Más, El Bueno, El Malo y El Feo), y Dirty Harry, donde pasó de ser un vaquero legendario a un rudo policía. Dirty Harry (Dir. Don Siegel, 1971), su personaje, Harry Callahan, ayudó a colocar el género policiaco como uno de los más recurridos en cine y televisión. Hace cincuenta años, nadie podía prever que Harry Callahan acabaría convirtiéndose con el tiempo en un icono pop en camisetas.

Pero regresemos al Eastwood, al hombre de pocas palabras. Su suspicacia es justo como la de los vaqueros que interpretó en sus famosos westerns.  

Ya que, con 91 años de edad, Eastwood no muestra síntomas de cansancio o intención de tirar la toalla, en 2017 fue homenajeado en el Festival de Cine de Cannes, a principios de 2018 presentó la cinta La Mula y ahora nos trae Cry Macho, película que además de dirigir también está protagonizado por él mismo. 

La historia está basada en la novela de 1975 de N. Richard Nash, la cual se escribió primero como un guión antes de que se convirtiera en novela. El actor Arnold Schwarzenegger iba a ser el primer protagonista de una versión que sería dirigida por Brad Furman que se anunció en el Festival de Cine de Cannes de 2011, pero el proyecto finalmente fue cancelado.  

Eastwood dará vida a una exestrella de rodeo y criadora de caballos que acepta el trabajo de un exjefe para alejar a su hijo pequeño de su madre alcohólica. Cruzando el México rural en su camino de regreso a Texas, ambos se enfrentan a un viaje inesperadamente desafiante, durante el cual el jinete encuentra su redención al enseñarle al niño lo que significa ser un buen hombre.  

La primera vez que Clint Eastwood grabó en Nuevo México, fue en 1968 para la película  Hang ‘Em High. Mientras que, la última, fue en 2018 con la producción de la ya mencionada La Mula, que se filmó durante seis días en el área de Las Cruces y dejó una derrama económica de 1.3 millones a nivel local, según The Motion Picture Association of America.  

Cry Macho, llegará a los cines el día de mañana 16 de septiembre a las salas de nuestro país.  

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