Mientras el mundo se reinventa día con día, aún en la mitad de una pandemia y movimientos políticos importantes, la tecnología no deja avanzar para ir cada vez más allá de lo inimaginable. Y entre todo, son nuestras fieles amigas de trabajo (para muchos), las computadoras, de los principales dispositivos en revolucionarse sin restricciones.
Lejos del debate si es el fin o inicio de una década, definitivamente el 2020 ha sido un año en el que los cambios políticos, sociales y hasta climáticos siguen sorprendiendo sin mesura. Como si se tratara de una novela de ciencia ficción, un tanto distópica honestamente, el año avanza en medio de catástrofes, revueltas pero también preguntas que nos permitan vivir con mayor armonía. Pero sobre todo, no deja pasar por alto el gran avance tecnológico que se ha logrado con el reciente y primer vuelo espacial tripulado por parte de una compañía privada. ¿Cómo podemos ver esto reflejado en nuestra vida cotidiana?
Es simple, ahora mismo escribo este artículo desde una computadora estándar con la capacidad de múltiples funciones, pero, ¿cómo serán las próximas generaciones de computadoras?
Mucho se ha ilustrado el futuro en el mundo del cine y literario, y son las computadoras los elementos que siempre están presentes en estas narrativas. Desde computadoras grandísimas con monitores inmensos y teclados sutiles y claramente táctiles. Hasta ver cómo la tendencia minimalista se apodera de las mentes creadoras con dispositivos casi imperceptibles. Pero, ¿cómo será el futuro de las máquinas que hacen que nuestras vidas se simplifiquen a una escala antes impensable?
Para ponernos un poco matemáticos, sin rebasar el límite de lo exquisito, estas predicciones podemos tenerlas con más claridad a través de la Ley de Moore. Dicha ley, “predice que el número de elementos discretos en un circuito integrado de silicio de una pulgada cuadrada se duplicará cada dos años.”
Ahora en español, esto quiere decir que se aumentará el doble de potencia en el mismo espacio se cada dos años. ¿No lo habías notado? Piénsalo, hoy en día muchos dispositivos móviles de última generación tienen igual o mayor potencia que cualquiera de nuestras computadoras, sobre todo en la línea de portátiles.
En diversos laboratorios del mundo, los científicos ya trabajan en nuevos materiales para incorporar nuevas tecnologías en nuestras computadoras. Por ejemplo, en Harvard se investiga el uso del silicio con láminas de oro, colocados ambos de una forma específica, para que logren transferir una gran cantidad de datos a velocidades superiores a la de la luz.
Por el momento, esto sigue siendo un experimento, pero ¿te imaginas? Gracias a la adaptabilidad de estos materiales, no se ve lejana la idea de que más las próximas que lejanas generaciones de computadoras y hasta smartphones contengan dicha tecnología, incluso se predice que esto podría llegarnos en unos 5 o 10 años a lo mucho.
Dentro de toda la revolución tecnológica que nos bombardea con modelos más y más sofisticados cada año, un concepto que ya tenemos en nuestro vocabulario es el del internet de las cosas y es que en definitiva, no podemos pasarlo por alto.
El futuro de la informática y la computación está en el Internet de las cosas. Las casas inteligentes se han convertido en una tendencia cada vez más accesible en el mundo normal, desde poder apagar las luces desde cualquier lugar, hasta poder hacer la compra desde nuestro refrigerador.
La mayoría de nuestros dispositivos ya se comunican entre sí gracias a la inteligencia artificial que poseen, muy pronto, no será raro ver que nosotros mismos podremos comunicarnos con ellos. Ahora imagina esto, que parece sacado de alguna película de ciencia ficción, en tu computadora.
Si nos apegamos a la Ley de Moore que mencionamos anteriormente, el futuro se dibuja en componentes electrónicos que serán cada vez más pequeños, potentes, versátiles y conectables, permitiendo crear entornos y funcionalidades propias de cualquier novela de ciencia ficción.
Otra de las grandes tendencias en las computadoras del futuro que ha sonado mucho es la de las computadoras cuánticas. ¿De qué va esto? Para no meternos en temas tan técnicos y difíciles de explicar, simplifiquemos las ventajas que esta tecnología podría tener. Las computadoras cuánticas del futuro, podrían calcular cientos de miles de operaciones impensables en cuestión de segundos. En término muy simples, olvídate de que tu computadora vuelva a trabarse jamás.
Cabe mencionar, que esta tecnología ya existe en el mercado, peor aún sigue tratándose de computadoras enormes de casi tres metros que se utilizan para situaciones más rústicas, por así decirlo. Por ejemplo, en el cálculo y optimización de travesías y rutas (aéreas, marítimas, terrestres), búsqueda y elaboración de nuevos materiales y compuestos, elaboración y ejecución de fórmulas destinadas a la ingeniería aeroespacial, gestión y tratamiento de datos estadísticos para el trading, creación de nuevos estándares de telecomunicación, ciberseguridad, etc. Habrá que ver cómo se optimiza esta tecnología en la cotidianidad, ¿te imaginas?
No cabe duda que el ingenio y la inteligencia humana no sólo nos llevarán a Marte y al resto del espacio en un futuro, si no que nos harán viajar más allá sin mover un sólo dedo. Asimismo, podremos disfrutar de todos los avances en nuestra vida cotidiana y desde nuestros escritorios.
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