Esas mariposas en el estómago que sientes cada que tu crush postea algo, cada que sube una nueva historia, una nueva imágen, y hasta un meme… Cualquier contenido que comparta es importante, porque todo se trata de una nueva oportunidad para conocerlo más, o al menos lo que deja ver.

No importa qué edad tengamos, la sensación de que alguien nos guste siempre se va a parecer a lo que sentíamos en los pasillos de la secundaria y mirábamos pasar a nuestro crush, el mundo se detenía, nuestro corazón quería salir corriendo para derretirse en su contemplación. Ese sentimiento que parece uno adolescente en el que las mariposas hierven en nuestros intestinos y nos sonrojamos al pensar en él, sin duda es uno de los mejores y nadie puede decir lo contrario.

Es como regresar a la adolescencia, cuando todavía creíamos en el amor inocente y la bondad desbordaba en nuestros corazones e intenciones. No es que ahora no suceda. Sin embargo, es verdad que nadie es inocente, por lo que refugiarnos en nuestras oscuridades a veces resulta incluso más seguro que salir a explorar el mundo y sentirlo.

Más allá de eso, cuando uno se flecha, uno se flecha y no hay vuelta atrás. Todos fantaseamos, nos ilusionamos e imaginamos escenarios en donde esa atracción es correspondida y entonces nuestra historia de hadas se convierte en una real. Sin embargo, ahora que ya no estamos en la secundaria pero nos sentimos atraídos de manera adolescente hacia alguien, ¿cómo actuar?, ¿cómo saber si somos correspondidos?, ¿qué hacer en caso de que sí?

Aunque seamos adultos, paguemos renta, cuentas de luz, gas y demás servicios para sobrevivir en este mundo, y a veces no tengamos ni el ánimo de hacernos un sandwich para existir: también es verdad que cuando nos gusta alguien nuestras playlists nos delatan. Lo mismo con nuestros posteos en las redes sociales, que, seamos honestos, muchas veces tienen intenciones ocultas detrás y el objetivo principal es el crush.

De acuerdo con los expertos en psicología y mente, existen claras señales para detectar cuando alguien se siente atraído hacia nosotros. Ahora hablaremos de esas señales y esperamos, por fin, desenredar la eterna duda de saber si estamos siendo correspondidos o será mejor retirarnos del juego y cambiar de objetivo, porque claramente la vida sigue y el tiempo corre cada vez más veloz como para arrinconarse a llorar por alguien que ni siquiera nota nuestra existencia. Es decir, también es importante recuperar las fuerzas y recordar que siempre hay alguien por ahí con quien haremos match, tarde o temprano.

Miradas y sonrisas

Cuando se trata de un escenario en el que constantemente estamos viendo a esa persona físicamente, podemos distinguir fácilmente si se siente atraído por nosotros o no. Es decir, la mirada habla, ya lo decían los griegos: el amor entra por los ojos, y qué cosa más verdadera. Porque más allá de toda la parafernalia romántica que puede haber sobre la mirada, también es verdad que la mirada es aterradora, no por nada el mito de Medusa es en realidad uno siniestro, tan solo al mirarla: aves, animales y personas, quedaban petrificados.

Asimismo, y de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Chicago que fue dirigido por el Dr. Eckhard Hess, cuando alguien nos atrae nuestras pupilas se dilatan (se agrandan).

Se trata de una reacción que no tiene que ver con la cantidad de luz a la que estemos expuestos. Claramente, se trata de una señal sutil, extremadamente sutil, porque para saberlo hay que estar verdaderamente cerca de la persona para percibirlo. Sin embargo, es una señal estudiada ya científicamente. Otros estudios afirman que cuando alguien se siente atraído por ti, dirige la mirada hacia la boca y los labios, mientras a la par mantienen contacto visual durante la mayor parte de la conversación.

Asimismo, en cuanto a la sonrisa, se trata de una señal que quizá no es evidente para todos, sobre todo para los más introvertidos. Sin embargo, es verdad que cuando estamos con alguien que nos atrae nuestro cerebro comienza a crear todo un cóctel de serotonina, endorfinas, adrenalina y más sustancias que, invariablemente, nos estimulan la sonrisa.

Trato distinto

Más allá de que muestra un interés de pasar tiempo contigo, te escucha y presta atención, también una persona que se siente atraída a otra da un trato distintivo a su crush, o su objetivo. Nada que ninguna comedia romántica no nos haya dicho ya.

Por eso es indispensable prestar atención en cómo nos trata a nosotros y cómo trata al resto. Aunque no siempre lo parezca, es verdad que todos, en el fondo, queremos mostrarle, de una u otra forma, a la persona que nos gusta que de hecho nos gusta.

Lenguaje corporal

Los cuerpos se alinean, y no, no se trata de un verso cursi de alguna balada. Sin embargo, el lenguaje corporal es fundamental para distinguir, pues casi siempre nuestro cuerpo habla más que nosotros. Lo que sucede cuando dos cuerpos se atraen es que, en realidad, los cuerpos se alinean uno frente al otro. De hecho solemos inclinarnos inconscientemente hacia la persona cuando hablamos con ella.

De acuerdo con David Givens, un antropólogo especializado en comunicación no verbal y autor del libro Love Signals: A Practical Field Guide to the Body Language of Courtship, las siguientes señales dibujan una evidente atracción:

• Los hombros levantados son señal de que estás abierto a una persona, es una manera de decirle que puede confiar en ti.
• Los dedos de paloma, es decir, mover los pies hacia adentro, hace referencia a que la persona se siente intimidada por ti.
• Las palmas hacia arriba son una demostración de interés, y una actitud de apertura y vulnerabilidad hacia la otra persona. Es una muestra de relajación y accesibilidad.
• La frente arqueada y la cabeza ligeramente agachada es una señal de acercamiento.

Quizá la respuesta la tiene la Literatura.