La era en la que las skingirls eran protagonistas de portadas de revistas, pasarelas y demás símbolos de belleza estereotipados se ha terminado. Quizá aún nos falte por resolver muchas en ese sentido, pero lo que es un hecho es que ahora ganar músculo corporal es la nueva tendencia entre las mujeres (y siempre ha sido la de los hombres) en cuanto a la vida fitness se supone.
Por eso, ahora te traemos unos consejos fundamentales para conseguir esta meta sin tanto alboroto.
Las pesas también son nuestras
Desde que los gimnasios se popularizaron, ya no hace tanta falta recordar esta sentencia. Sin embargo, siempre es bueno recordar que el peso también es fundamental en el ejercicio femenino. Sobre todo, si buscamos ganar músculo. Antes de que te alarmes, te juro que no te pondremos una rutina en la que parecerás un Hulk mujer, todo lo contrario, piensa más en Black Widow.
Busca rutinas que lleven mancuernas, y que sean tanto para hacer pierna como para hacer brazo. Dejemos los mitos atrás, y reclamemos nuestro músculo, porque créeme, todas tenemos el potencial de embarnecer nuestro cuerpo estéticamente y con mucha fuerza.
En qué te beneficia exactamente las pesas...
Al momento de hacer una rutina con repeticiones siempre ayuda al cuerpo a tener memoria y a formarse justo como lo vamos dirigiendo. Ahora, si le sumas peso te ayudará a mantener el músculo magro. Es decir, el músculo fit y comprimido que todos tenemos. Además, al momento de mantener ese tipo de músculo no solo consigues un cuerpo tonificado, sino que también aumentas el metabolismo y quemas más calorías cuando la frecuencia cardiaca está en reposo. ¿Qué más quieres? Se trata de matar dos pájaros de un tiro.
Con qué frecuencia…
Para compensar todo, también es importante que tengas ejercicios de bajo impacto como yoga, pilates o simplemente salir a correr. Según los expertos, lo ideal de las rutinas es ir intensificando. Para empezar, es ideal que hagas entrenamientos de fuerza dos o tres veces a la semana, HIIT o alta intensidad dos (máximo tres) veces. Es importante compensar esto con días de descanso, o con los ejercicios de bajo impacto de los que hablamos anteriormente.