Por la situación actual en la que vivimos, hemos estado manteniendo limpias las manos de forma continua, ya sea con agua y con jabón, o con gel antibacterial, e incluso alcohol puro. Esta es la forma más eficaz de protegerse contra los virus que tenemos al alcance de las manos (y por ende, la cara), gracias a las construcciones moleculares de estas sustancias que logran destruir la capa de grasa con la que los microorganismos sobreviven en el ambiente.

El problema es que no distinguen entre el tipo de grasa que destruyen, por lo que termina eliminando la grasa en nuestras manos que mantiene humectada nuestra piel. Por lo que así como procuramos siempre tener las manos limpias, también es importante ayudar a nuestra piel a mantenerse hidratada y así evitar que nuestras manos sufran.

Así pues, veamos tres recetas fáciles con las que les regresarás vitalidad a la piel de tus manos.

Yema de huevo y aceite de oliva

Además de ser una mezcla con grandes propiedades cicatrizantes, la yema de huevo con el aceite de oliva ayudará a rehidratar tu piel, así como eliminar las células acumuladas en la superficie.

Sólo necesitarás una yema y dos cucharadas de aceite de oliva, mezclamos bien hasta que sea un líquido homogéneo, frota la mezcla en tus manos y deja actuar durante 20 minutos. Enjuaga con agua tibia, y se recomienda hacerlo 2 o 3 veces por semana.

Aceite de coco y limón

Gracias a las propiedades de estos dos ingredientes no sólo obtendrás unas manos súper hidratadas, sino tendrás un aclarador natural, perfecto para disimular las manchas que suelen aparecer en esta zona de la piel.

Sólo necesitarás dos cucharadas de aceite de coco y una del jugo de limón, mezclalas. Se recomienda utilizar este tratamiento por la noche, para así evitar manchar la piel a causa del limón, así pues aplica esta pasta y déjala actuar por 30 minutos, y enjuaga. Se recomienda usarla 2 o 3 veces por semana.

Avena y miel de abeja

La avena combinada con miel de abejas nos ayuda a hidratar las manos y, a su vez, a eliminar las células muertas y ayudar en la cicatrización de pequeñas heridas. Si la aplicas regularmente ayuda a eliminar asperezas, así como prevenir aparición de signos prematuros de la edad.

Sólo necesitarás una cucharada de avena pulverizada, dos cucharadas de miel de abeja, mezcla estos dos ingredientes hasta obtener una pasta cremosa. Aplica la mascarilla y déjala actuar por 30 minutos, enjuaga con agua tibia y repite el uso tres veces a la semana.

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