Aunque cada vez es más normalizado, ir a terapia siempre sugiere muchos cuestionamientos, pero si ya decidiste dar el paso, sin duda, podemos decirte que ya pasaste el mayor obstáculo.
El mundo de la psicología es inmenso, y aunque la cultura pop lo ha simplificado con la imagen de alguien tirado en un diván, con un hombre de lentes y barba que de vez en cuando dice “y ¿cómo te sientes con ello?”, la realidad es más que distinta.
Existen decenas de terapias, desde las escuelas más antiguas, hasta las terapias alternativas. Es un mundo gigante que, sin duda, nos deja con un abanico de opciones que, si es tu primera vez, podría confundirte demasiado al decidirte por una.
También lo cierto es que no existe una terapia para cada tipo de persona, sino para ese momento en particular que esté pasado el individuo. Es decir, existen terapias para problemas puntuales, como miedo a volar; para una construcción integral; así como las personas reflexivas que prefieren ahondar a profundidad en la raíz de sus problemas.
Por lo que más que preguntarte qué tipo de terapia es para ti, debes de preguntarte qué buscas al ir a terapia, y con esa respuesta tendrás el camino básicamente hecho. Así pues, veamos algunas de las terapias más conocidas, para conocer en qué consisten y cuál es su finalidad.
Psicoanálisis
Esta terapia busca revelar el inconsciente, a través de la palabra y la asociación libre, nos ayuda a descubrir cuáles de nuestras marcas inconscientes (que tienen que ver con nuestra historia) están actuando en nuestro presente y están generando algún tipo de padecimiento.
En muchos casos, para el psicoanálisis el origen del trastorno que sufrimos proviene de nuestra infancia y de algo que quedó reprimido en el pasado. La tarea del psicoanálisis es traer a la conciencia estos restos del pasado para que puedan ser valorados de nuevo y de alguna manera superarse en el presente.
Ahí sí es posible que te acuestes en un diván, y que pocas veces tengas contacto con el psicoanalista; definitivamente esta terapia es para aquellos que quieran ir más profundo.
Terapia cognitivo-conductual
Esta terapia es para cambiar patrones conductuales de los que a veces no nos damos cuenta. Es decir, es una terapia que apunta a romper y a modificar patrones habituales, y comportamientos cotidianos mecanizados.
Se trabaja con el profesional y el paciente con el objeto de identificar el problema entre ambos y que la persona pueda darse cuenta por qué hace eso, por ejemplo, el manejo de la ira o la ansiedad social.
Terapia Gestalt
Esta rama de la psicología fue desarrollada por Fritz Perls, Laura Perls y Paul Goodman en los años 40. Consiste en un tipo de terapia humanista que toma en consideración las necesidades y potencialidades del ser humano y se basa en el principio básico de la Psicología de la Gestalt: “el todo es más que la suma de las partes”.
Estos terapeutas utilizan técnicas experienciales y creativas para mejorar la autoconciencia, la libertad y la autodirección. Prestan atención al momento presente, el autoconocimiento emocional y corporal, a las dimensiones sensoriales, afectivas, intelectuales, sociales y espirituales. Es decir, ven al paciente como una experiencia global; una terapia perfecta para resolver aquello que hay dentro de ti.
Terapia humanista
Este tipo de terapia surgió a mediados del siglo XX a través de las propuestas de Abraham Maslow y Carl Rogers. Está fuertemente influenciada por la fenomenología y el existencialismo al remarcar el hecho de que nunca experimentamos una realidad en sí, sino sólo lo que vivimos mediante nuestra subjetividad, al mismo tiempo que reflexiona sobre la existencia humana.
Para esta terapia, el individuo es un ser consciente, intencional y en constante desarrollo, cuyas representaciones mentales y estados subjetivos en su búsqueda existencial son una fuente válida de conocimiento sobre sí mismo.
Terapia sistémica
Tiene en cuenta la representación de la realidad desde una perspectiva holística donde lo importante son las relaciones y los componentes que surgen para el paciente a partir de ellas, formando una especie de sistema.
Tiene un enfoque más práctico que analítico por lo que se centra en identificar los patrones disfuncionales dentro del comportamiento de un grupo de personas y busca redirigirlos, más que analizarlos. Su meta es el equilibrio entre todos los miembros del sistema y puede emplear herramientas como la hipnosis o la terapia narrativa. Una terapia perfecta para parejas o familias.
Terapia Mindfulness
Retoma conceptos de la filosofía budista y de la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), la cual busca resignificar las experiencias del paciente y acercarlo al momento presente. El Mindfulness quiere que los participantes adquieran una calma y consciencia que les ayude a autorregular su comportamiento y a conocerse mejor, al mismo tiempo que consiguen aceptarse tal y como son.
Se trata de encontrar un método para gestionar las emociones y actitudes con atención plena, compasión, y conocimiento y aceptación de uno mismo. Es decir, si sufres de ansiedad y deseas tratarla, es posible que estas herramientas que te da esta terapia sean las que buscas.
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