Si algo nos han enseñado las figuras mejor vestidas, es que un reloj es un accesorio perfecto, ya que es el toque sutil pero muy llamativo de tu estilo y buen gusto. Sin duda, mirar el reloj de alguien más, puede hablarnos de su personalidad.

Un reloj indicado para ti demuestra si prefieres la aventura o la vida urbana, si eres discreto o te gusta presumir lo que tienes, si eres clásico o innovador. Por lo que hace mucho dejó de ser solo una herramienta que nos da la hora.

Ahora, si te encuentras en la difícil encrucijada de escoger el reloj perfecto para ti, sabemos que no es fácil por lo que vamos a darte unos cuantos consejos para escoger el que hable mejor de ti.

Tu reloj lo define el estilo que buscas plasmar

No todos somos ejecutivos o sporty todo el día, por lo que tener más de un reloj es fundamental, ya que tu vestuario es fundamental para escoger el accesorio perfecto. Si lo simplificamos mucho, usualmente encontramos tres estilos de reloj, de vestir o clásico, deportivo o de diseñador.

Los relojes de vestir suelen ser de un material dorado, una carátula sencilla y un cuerpo delgado, además de manecillas y números gruesos. Por su lado, los deportivos suelen ser grandes, resistentes al agua (ideales si te gusta el buceo) y con números gruesos. Suelen tener varios indicadores como cronómetro. Los hay tanto de manecillas como digitales.

Los relojes de diseñador suelen tener un estilo muy peculiar, ya que nacen de la imaginación de alguien famoso, como el arquitecto industrial y diseñador Philippe Starck.

Aquí el tamaño sí importa

El tamaño del reloj debe ser adecuado para tu complexión. Si eres una persona alta te vienen bien modelos con carátulas grandes; si eres de baja estatura un reloj demasiado grande te hará ver como un niño con el reloj de su papá. 

De igual manera, si eres de complexión delgada un reloj circular podría ser la opción perfecta. Si eres de complexión robusta una carátula cuadrada o rectangular proporciona ángulos rectos.

La calidad y la durabilidad son prioridad

Los relojes no suelen ser baratos por lo que es importante que tengas nociones básicas sobre su durabilidad, para que así tu accesorio favorito esté contigo por varios años. Comencemos con los relojes mecánicos, tanto los manuales como los automáticos, necesitan ser limpiados cada tres años, pero su vida es casi infinita.

Los relojes de cuarzo que funcionan por medio de baterías deben de recibir servicio cada que cambias la batería (de dos a cinco años). Sin embargo sus partes no siempre pueden ser reparadas: a diferencia de los relojes mecánicos, su vida es limitada.

Por último, los relojes de baterías de litio tipo LID tienen una vida aproximada de 10 años.

Póntelo antes de comprarlo

Es una regla de oro, nunca compres un reloj antes de cerciorarte de que se te ve bien puesto. Es muy común, es como los lentes, a veces nos enamoramos de ellos pero ya que los usamos hay algo que no encaja con nosotros, y si piensas hacer una buena inversión al comprar uno, se vuelve imperativo que lo pruebes antes.

Un tip es acudir a comprarlo con la ropa con la que lo usarías, por ejemplo, si es para un fin de semana casual, lleva una camisa polo o una blusa fresca; si es para tus outfits laborales, viste con un traje o vestido formal.

Así bajas las probabilidades de fallar al escoger a tu mejor aliado en accesorios.

  
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