Abril llegó y con este mes se aproximan las vacaciones de Semana Santa. Seguro muchos de ustedes esperan con ansia la temporada, listos para empacar los pantalones cortos, los lentes de sol y todo aquello para encontrar ese lugar que te haga olvidar las duras obligaciones del día a día.
Uno de los destinos favoritos de los vacacionistas es, sin duda, la playa. En esta disfrutamos el descanso en una hamaca, mojamos los pies en la orilla del mar para luego disfrutar del refrescante trago de una bebida que nos lleva a exclamar “ahhh”.
Pero hay un “pequeño” problema, que no es exclusivo de la playa: los intensos rayos de sol. Sucede que en unos lugares uno anda en el desparpajo. El resultado: la piel arde y no consigues dormir bien, pero, ¿usaste bloqueador solar?
Las quemaduras de sol no solo son dolorosas, sino que aceleran el envejecimiento en la piel, causan arrugas, dañan el tejido conectivo y pueden ser cruciales en el desarrollo del melanoma, el más mortal de los cánceres de piel. La mayoría de las quemaduras de sol son de primer grado, pero la sobreexposición, en particular la extrema si uno tiene la piel clara, pueden generar quemaduras de segundo o tercer grado.
¿Dónde y cómo aplicar el protector solar?
El dónde es muy simple: en cualquier parte del cuerpo que no esté protegida por la ropa. Ejemplo si se está de vacaciones y gran parte del tiempo sólo se usa el traje de baño, el protector solar se debe aplicar en la parte expuesta. Por otra parte, si en el día a día laboral (suponiendo que es un trabajo de oficina) bastará con aplicarlo en el rostro, cuello, manos y brazos.
¿Cómo elegir un protector solar?
Para poder utilizar de manera correcta un protector solar primero es necesario saber qué tipos existen, contra qué protegen y cuál es el mejor para cada tipo de piel. Así como dentro de qué categoría de fototipo entra nuestra piel. El fototipo es la capacidad de adaptación a la radiación solar de cada persona, y es la que determina si la piel se broncea o no, además de cómo y en qué grado lo hace.
Existen tres fototipos generales, claro, intermedio y oscuro, cada uno de ellos necesita de protectores distintos por ser más o menos propensos a los rayos ultravioleta que son responsables de las quemaduras y la pigmentación.
En segundo lugar, el elegido deberá indicar protección para los rayos UVB y UVA. La diferencia radica en que los rayos UVB son los que broncean la piel y sólo penetran de forma superficial. Mientras que los UVA llegan a las capas más profundas y fomentan el envejecimiento prematuro de la piel, de ahí la importancia de la protección solar diaria.
Y en tercer lugar, es importante saber que los mejores son los SPF (factor de protección solar), ya que en ellos no deberás escatimar al momento de aplicarlos sobre tu rostro y cuerpo. Especialmente si eres de tez clara, ya que es el tipo de pigmentación más propenso a sufrir de irritación o quemaduras causadas por los rayos solares.
Teniendo clara esta información, ahora es momento de recomendarte, a nuestra consideración, los mejores protectores solares, tanto para el verano, como para cualquier otra época del año.
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Lo ideal es que el factor de protección solar de 30 o superior esto porque estudios han encontrado que el uso apropiado de un protector solar con SPF de 30 o más bloquea el 97% de los rayos UVB.
Es importante que no buscamos generar una paranoia o terror a los rayos del sol. Es un hecho que son agresivos con la piel, pero con una constancia diaria en el uso del protector solar se estará del otro lado para evitar alguna consecuencia negativa que pueda tener sobre nosotros.
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