Las aplicaciones de citas cada día se han vuelto más comunes en todas las generaciones, y si antes de ellas era complicado saber a ciencia cierta quién era el otro humano con el que interactuamos, con estas apps parece que es imposible.
Pero realmente no lo es, sólo es una cuestión de prestar mucha atención. Aunque hay historias de terror en Bumble o Tinder, por mencionar algunas, hay algunas “personas” que sólo desean extorsionar o engañarte.
Desde el catfishing, hasta el fraude y la extorsión es a lo que nos arriesgamos a estar en estas aplicaciones. Pero con un poco de cuidado, no habrá necesidad de conocer a la ciberpolicía, además de ahorrarte un mal sabor de boca.
Al final, las redes sociales necesitan una atención más particular que el conocer a alguien en persona, pero sólo es cuestión de aprender a ver los focos rojos.
Comencemos con un básico, tener cuidado con perfiles que parecen demasiado buenos para ser verdad. Y luz roja si parece que fueron tomadas por un fotógrafo profesional, y sólo tiene un par. La primera indicación es si dieron match, busques la foto en Google, puede ser que te salga un artista que no conocías.
También muchos modelos suelen dar match a todas las personas, y cuando menos te lo esperes, puede que intenten venderte algo. Estas apps no sólo son para intercambios gratuitos.
Pero claro que nuestro mayor foco rojo son aquellos perfiles que carecen de información importante, aunque existen personas que no desean compartir información suya con el mundo (algo que todos deberíamos procurar), pero estos perfiles parecen hechos rápidamente para robar y salir huyendo sin dejar rastro.
Recuerda, aunque pueda parecer que es el amor de tu vida, los extorsionadores suelen pedir información personal, como tu nombre completo hasta detalles financieros. No lo hagas, ni siquiera cuando conozcas a esa persona en vivo, sino espera a conocerla más para darle este tipo de información tan valiosa.
Un clásico ejemplo de robo ocurre cuando las personas afirman tener mucho dinero o un muy buen trabajo, pero te piden ayuda financiera. Eso nos recuerda a los correos electrónicos de “príncipes árabes” que deseaban dejarle toda su herencia a alguna persona random del internet, sólo te pedía una “módica cantidad” para confiar en ti.
Y ya en este tren, desconfía de cualquier persona que pida dinero. Si te pide ayuda para una buena causa, procura que sea una página confiable de crowdfunding real. También es raro buscar ayuda de esta manera, pero puede pasar. La realidad es que si te piden dinero directamente, es casi seguro que quieren estafarte.
Es importante tener cuidado con las personas que afirman estar experimentando una emergencia y dicen que necesitan que se haga una transferencia de dinero de inmediato, o con cualquier persona que dice ser personal militar y solicita ayuda con un paquete que está tratando de enviarle. Ambas son tácticas comunes utilizadas por los estafadores.
Mantente siempre alerta a los focos rojos, y si desconfías que alguien puede ser un estafador, denúncialo a las aplicaciones de citas y bloquéalo. Así evitarás que dañe a personas no tan precavidas.
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